La violencia demencial le ganó por goleada al fútbol infantil, en un club del barrio porteño deBoedo, donde se disputaba un partido, deportivamente decisivo, entre niños de tan sólo 10 años. Pero una vez más, padres y allegados no predicaron con el ejemplo, ni con los valores que deben pregonar a sus hijos.
El grito de un gol fue motivo suficiente para una reacción repudiable que culminó con heridos y con el llanto de quienes suelen correr y patear una pelota con el fin de divertirse y formarse como personas. La Asociación Deportiva El Barrio y El Trébol se jugaban la cima del torneo en la categoría 2008. Ambos equipos compartían el primer lugar, a tan solo una fecha de la finalización del certamen y por esa razón los nervios y las ansiedades se palpaban más afuera que dentro de la cancha.
Como suele suceder, los familiares lo viven con un afán más dramático que los propios chicos. Un comportamiento al límite que suele derivar en actitudes o reacciones desmesuradas y reprochables, como retos a sus hijos, e insultos o miradas desafiantes hacia los rivales.
El trámite del partido era muy parejo, por lo que el empate parecía asentarse en el marcador. Pero, en el complemento, el conjunto visitante rompió la paridad y el tanto fue celebrado con énfasis por los padres, muchos de los cuales ingresaron al campo de juego para celebrarlo.
La euforia de unos no fue bienvenida por los otros, los locales, según relató a Crónica Paola, mamá de uno de los menores del equipo vencedor. "Cuando los papás entraron gritando el gol, ellos hicieron lo mismo para golpear, incluso algunos con objetos cortantes. A partir de allí, todo se desmadró", expresó.
La joven también denunció que "a los chicos también los golpearon", por lo que tuvo que hacerse presente la policía, porque, de lo contrario, no iban a poder salir del club
La mujer definió a lo sucedido como algo "terrible" y agregó: "Nunca viví algo como en ese momento, que te golpeen sin razón. Es un deporte que los nenes tienen que disfrutar y lo terminan sufriendo. Vi situaciones que jamás imaginé. A un papá lo tomaron del cuello, lo tiraron del piso y lo golpearon a piñas. También vinieron con las palas de parrilla para golpear, diciendo ahora los vamos a hacer m...".
No se salvó nadie
La joven también denunció que "a los chicos también los golpearon", por lo que tuvo que hacerse presente la policía, porque, de lo contrario, no iban a poder salir del club. Sin embargo, en las inmediaciones de la institución de Boedo la tensión continuó con amenazas y alcanzó su extremo cuando uno de los padres sufrió un desmayo tras recibir una intensa golpiza. En total, hubo más de diez heridos de distinta consideración.
Intervino personal policial de la Comisaría Vecinal 5B, cuya presencia implicó que los incidentes mermaran, aunque no hubo ninguna detención. En tanto, desde la Asociación Deportiva El Barrio, hasta el momento no se han manifestado públicamente al respecto.
Por su parte, Paola expresó las sensaciones que la invadían, horas después de la brutal gresca, afirmando: "Me dio mucha bronca ver a papás de mi club lastimados, incluso hubo un hombre que intentó separar al que le dieron golpes en la cabeza. Además, ver llorar a los chicos es terrible, ellos tienen que venir a educarse, jugar y divertirse, pero lo terminan sufriendo, y situaciones como esta te dan mucha rabia".