Dos adultos y tres menores están implicados en reiteradas violaciones “en manada” de un nenito de apenas 5 años en la provincia de Santiago del Estero.
El hecho sucedió en una ciudad de General Taboada y ayer se materializaron allanamientos, a cargo del personal de la Departamental 13, de la Comisaría del Menor y la Mujer Nº 4 y de la Seccional Nº 41.
Pese al hermetismo con el que la fiscal Cecilia Rímini instruye la causa, se sabe que todo se originó cuando la ausencia del chiquito de su casa fue advertida por su madre, quien notó que no estaba durmiendo en su habitación y salió en su búsqueda.
A los pocos minutos, lo habría encontrado mientras salía de una zona montuosa seguido por un adolescente de 15 años.
No está claro qué pasó en ese momento, pero se sabe que ya en su casa, la mujer condujo al baño al niño y al desnudarlo para ducharlo notó signos inequívocos de abuso.
Inmediatamente acudió a un médico, quien le habría confirmado que el menor presentaba cuadros de abusos.
Un tanto quebrada, impotente por el vejamen, la mujer formalizó la denuncia y en minutos los policías se lo informaron a la fiscal Cecilia Rímini.
Urgente, la funcionaria articuló las dos columnas vertebrales de un proceso: pericias médicas y el testimonio del niño en Cámara Gesell.
Cruda descripción
Ante los psicólogos y Rímini, el nenito habría relatado que hace tiempo que le hacían cosas malas.
Con su lenguaje, y hasta con señas, habría confiado a los funcionarios que cinco hombres lo llevaban al monte.
“Él es malo”, habría ahondado al describir al mayor de todos, un adulto de 46 años y padre de al menos dos de los cinco investigados.
Sin más que esperar, Rímini requirió dos detenciones que la jueza de Control y Garantías, Gladys Liliana Lami, concedió a los pocos minutos.
Los operativos
Tres fuerzas policiales ejecutaron ayer los allanamientos, desde las 7:30 de la mañana.
Sin ejercer violencia o resistencia habrían caído presos el mayor y un hijo suyo de 18 años, imputados por “abuso sexual con acceso carnal”, trascendió.
En forma simultánea, Rímini habría instado a los expertos a un tratamiento y seguimiento de los tres menores, ya que debido a su edad no pueden ser sometidos a proceso legal.
El objetivo va mucho más allá, ya que tiende a un largo seguimiento y respaldo psicológico ante la crudeza del suceso investigado.