Una joven madre fue detenida junto a tres adolescentes y un mayor luego de varias denuncias de vecinos que imploraron a la Policía de General Güemes para que dé solución a una cruel explotación sexual de la que eran objeto al menos cuatro niños. Aunque vecinos dijeron ayer a El Tribuno que serían más, incluso una nena de solo tres años.
Los incalificables abusos epilogaron en la noche del sábado/madrugada del domingo.
Los vecinos consultados dijeron que esa noche fue de terror ya que se escuchaban los gritos de los niños cuando eran violados.
De esa manera, tres mujeres vecinas se aseguraron de lo que estaba sucediendo y tuvieron que ir personalmente a buscar a la policía.
Una de las mamás declaró en las redes sociales que el juego perverso de cinco hombres, tres adolescentes y dos mayores, consistía en hacerle perder la partida a la mamá desalmada e iban desvistiendo a los niños hasta que finalmente eran violados por todos los presentes.
“Si perdía el juego de las cartas, los chicos debían desnudarse (y luego eran abusados)” , graficó ayer una vecina y testigo de los hechos.
Otra habitante del barrio dijo que escuchó los desgarradores gritos de una niña que estaba siendo violada y a su propia madre que la calmaba diciéndole “te va a doler, pero tenés que aguantar”, aunque la vecina aclaró que utilizó otras palabras más violentas.
La vecina dijo que tuvieron que reunirse, poner una persona en cada esquina para que no huyan, buscar a la policía, pedirles a los oficiales que llegaran en silencio y pudieran escuchar las violaciones y recién ingresar para poner fin a la increíble y cruel explotación infantil. En el lugar secuestraron colchones con manchas de sangre, alcohol, vino, gaseosas, cigarrillos y una jarra que contenía unos tres litros de vino con gaseosa que estaban ingiriendo mientras jugaban la partida de cartas, cuyo premio eran los favores sexuales de los menores, hijos de la dueña o moradora del lugar.
El periodista Ángel Teseira aseguró que existen innumerables vecinos que pueden testificar el horror que se vivía en ese asentamiento y que necesitó de la valentía de tres madres para poner coto a los abusos que tendrían larga data. Fuentes señalaron que son cinco los niños y que al menos cuatro de ellos fueron violados en varias ocasiones y en distintas partidas de cartas, donde los visitantes ponían dinero en juego y la mamá a sus hijos para saldar las apuestas.
Un vecino y papá de seis hijas dijo que le duele mucho porque sabía que entre los chicos había uno de solo tres años. Los niños siempre andaban botados. “Llamábamos a la policía y nunca venía, nadie da la cara, ni la fiscal que vino hoy”, dijo.
El horror se consumó finalmente.