En diciembre debían realizarse 25.369 exámenes a estudiantes de secundaria que se llevaron a rendir materias, pero el 57% estuvo ausente. Por turnos, el índice es más alarmante aún y se eleva hasta el 75% en el vespertino de 14 establecimientos educativos y al 62% en el turno tarde de un grupo de 42 colegios.
La realidad de cada escuela y cada aula es distinta y es difícil generalizar cuando se habla de educación. Lo cierto es que el informe estadístico sobre las evaluaciones se presentó días atrás a directivos secundarios en una reunión organizada por supervisores del nivel. En el encuentro se planteó la preocupación por el bajo rendimiento escolar, evidenciado en la cantidad de chicos que se llevan materias y, lo que es peor, el desinterés por rendirlas en las instancias de diciembre o febrero, pese al apoyo escolar gratuito que se ofrece en diferentes instituciones.
Si bien hay directores que reniegan de los múltiples planteos de las autoridades educativas, sin embargo en el momento de los hechos se quedan callados. Ahora el desafío es replantearse metas y estrategias, evitar la repitencia y el abandono estudiantil y mejorar la trayectoria escolar de los chicos en el marco del plan Secundaria 2030.
Zaira Arroz, directora de la escuela de comercio 5082 Adolfo Gemes, disparó contra los padres o tutores: "No hay un acompañamiento de la familia, especialmente en los más chicos de primero y segundo. Puedo decir que tengo docentes muy rígidos pero no pasa por ahí porque si tendrían un control real en la casa sería otra cosa".
Arroz estimó que en la institución que dirige el ausentismo en las mesas examinadoras llega al 30 por ciento. Allí estudian unos 800 alumnos y en diciembre pasado se debían realizar 1.142 pruebas para recuperar contenidos del año.
“Tenemos seis primeros y seis segundos años con un promedio de 30 alumnos cada uno. De esos chicos, 73 se llevaron inglés y solo nueve aprobaron, 31 desaprobaron y hubo 33 ausentes. En matemáticas, de los 111 alumnos que rendían ninguno aprobó. Fueron 46 los desaprobados y 65 ausentes”, ejemplificó.
Históricamente el ausentismo en diciembre es menor que febrero, aunque el estar presente no significa aprobar. De hecho las estadísticas oficiales lo demuestran. De los 10.871 exámenes que lograron concretarse en diciembre de 2017, solo se aprobaron 3.852: cerca de un 35 %.
Víctor Gamboa, que asumió hace unos días como vicedirector del colegio 5035 Batalla de Salta en el barrio Castañares, señaló: “En la secundaria los chicos son más autónomos y ya toman postura en las vacaciones sobre si se presentan a rendir o no. La situación social y económica de cada uno influye bastante y si se llevan muchas materias hasta deciden trabajar y dejar los estudios”.
Gamboa señaló que el nivel de ausentismo en cada mesa de examen es dispar, aunque en algunas llega hasta el 70%, según su experiencia docente. Para él, los terceros años son los más complicados debido a las materias orientadas.
El vicedirector del colegio Arturo Illia, Gabriel Tejerina, advirtió que muchos estudiantes de quinto año que se quedan con previas no las rinden. “De 240 alumnos, 136 estuvieron ausentes en los exámenes de diciembre. Es muy preocupante porque los padres no toman conciencia de la importancia que tiene el estudio y los chicos se toman la libertad de faltar, el tema es que no egresan del sistema y eso les impide trabajar o seguir estudiando”, señaló.
En el 2012, precisó Tejerina, de 188 alumnos egresaron 141 y 47 no. Fueron graduándose de a poco y todavía quedan siete pendientes. En el Arturo Illia estudian unos 1.200 adolescentes.
En la ex Normal
Con orgullo, el director Enrique Zanzul aseguró que en la ex escuela Normal, donde actualmente conviven dos sistemas (el Bachillerato Humanista Moderno Público y el secundario con orientación en Ciencias Naturales) no tiene problemas de ausentismo en los exámenes ni de repitencia.
“Un 15% de casi mil alumnos del turno mañana estaban en riesgo pedagógico, pero la mayoría pasó de curso ahora en esta mesa y la mayoría tenía entre tres o cuatro materias, muy pocos con cinco o seis”, afirmó Zanzul.
El desafío de revertir la estadística
Con el documento Secundaria 2030, Salta y todas las demás provincias tienen el desafío de revertir los números alarmantes de la educación media, que advierten que cinco de cada diez estudiantes no termina en tiempo y forma.
Además, la mayoría de los chicos egresa sin poder resolver problemas matemáticos sencillos y sin comprender lo que leen.
En Salta, hay 129 mil alumnos de 13 a 17 años cursando su secundaria. El abandono en esta franja etaria es del 11,23%, y la repitencia, del 11,97%, según datos oficiales. Hay otros índices que señalan que son más los chicos que deben repetir el curso.
“Tenemos un gabinete de Psicología, se realiza un seguimiento a los alumnos por medio de los preceptores, se realizan acuerdos con los padres para evitar que el chico quede libre por exceso de faltas”, aseguró una directora.
Sin embargo, es evidente que hay replanteos que los docentes y las familias tendrán que hacerse.
Fuente: El Tribuno Salta