Vestir a la moda cuesta tiempo y, a veces, mucha plata. Basta recorrer las vidrieras de las tiendas argentinas para comprobar que renovar el vestidor con prendas de una marca de primera línea en este invierno puede demandar varios miles de pesos, con valores que pueden superar el costo de una moto o de un viaje en avión a Europa.
Sumar un sweater y un tapado de la colección 2018 de una firma top, elementos indispensables para el abrigo invernal, supera los los $31.400, de acuerdo con un relevamiento hecho por LA NACION.
En el caso del sweater, en las marcas más caras se venden diseños por hasta $4600. En el mercado, sin embargo, pueden conseguirse alternativas más económicas, que no bajan de los $2200.
La brecha es mayor a la hora de elegir un tapado, una prenda clásica del invierno. En los locales de las grandes marcas, los últimos diseños pueden costar hasta $26.800, mientras que en las más económicas se pueden adquirir prendas por $4200, menos de la sexta parte de su competencia.
Comparar esos precios con otras alternativas de consumo en temporada invernal completa el escenario. Por ejemplo, el precio de un tapado y un sweater de una marca exclusiva alcanza para cubrir tres pases de esquí por una semana en temporada alta en Catedral ($10.400 por persona).
Por ese monto, además, es posible comprar un scooter 0km (ronda los $30.000) o un pasaje en avión ida y vuelta a Madrid en septiembre, que se consigue por alrededor de $28.000, según la oferta de las principales agencias de viajes.
También hay opciones llamativas para los fanáticos del fútbol. El dinero necesario para las prendas invernales es mayor que el precio oficial de las entradas más caras para la final del Mundial de Rusia 2018, publicada a US$1100 (alrededor de $22.500 al tipo de cambio oficial) en el sitio de venta de la FIFA.
Si no hay posibilidades de viajar a Rusia, la alternativa disponible es conseguir un buen televisor. En las tiendas de electrodomésticos, un equipo nuevo de 50 pulgadas y tecnología 4K, la gran apuesta de las tecnológicas para este año, se vende a $15.000 y $20.000. Para este sector, la expectativa en torno al Mundial es alta: el plan es vender 3 millones de pantallas, la mayoría concentrada en el primer semestre, con un ticket promedio de $10.000.
Fuente: La Nación