El presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy, envió una carta formal al arzobispo Mario Cargnello, donde le asegura que él no ordenó el retiro del crucifijo del recinto legislativo, también desligó al periodista Horacio Verbitsky de la responsabilidad y trasladó la decisión a uno de los miembros de la Cooperativa El Coyuyo y a un empleado de maestranza, a quienes no identificó.
Godoy le informó al arzobispo que es habitual que se retire el crucifijo cuando el recinto es utilizado para eventos. "La solicitud es válida, independientemente de la creencia y de la voluntad de las autoridades legislativas", sostiene y añade: "Una vez finalizada la presentación del libro, la cruz fue restituida en forma inmediata para la sesión que tendría el Senado al día siguiente, sitio en el que permanece actualmente, tal como es la voluntad de la mayoría de los legisladores y no existe propuesta ni proyecto de ley en contrario".
En realidad, la presentación del libro de Verbitsky fue el pretexto para un acto político, organizado por el Frente para la Victoria, en el que estuvieron presentes los diputados cristinistas Jesús Villa y Tomás Rodríguez, Godoy y, como invitado, el diputado nacional Sergio Leavy. Si bien el uso del recinto podría hacer pensar en un gran acto, la realidad es que la concurrencia fue escueta, probablemente porque la organización convocante y el invitado son muy poco conocidos por el público.
En su columna del domingo, "El crucifijo y el supermercado", Verbitsky explica claramente el episodio, aunque tampoco asume una responsabilidad en el retiro del crucifijo, deposita la responsabilidad en "el indio Godoy", a quien menciona en esos términos, y cuestiona a Leavy por su voto contra el aborto.