La revisión médica y el acompañamiento de un entrenador físico son fundamentales para evitar riesgos a la hora de comenzar con una rutina física. En menos de dos meses, dos personas murieron mientras realizaban ejercicios en un gimnasio.
El caso más reciente sucedió en el gimnasio del Hotel Alejandro I. Según testigos, cayó al suelo de repente y cuando quisieron reanimarlo, ya estaba muerto. Existen versiones encontradas respecto al incidente. Hay quienes dicen que a pesar de que el hotel cuenta con desfibrilador en sus instalaciones, el mismo no se habría utilizado, otras versiones aseguran lo contrario, que si se utilizó, pero fue inútil.
Las cámaras del lugar habrían grabado toda la trágica escena, las que están siendo utilizadas para constatar lo que ocurrió en el momento. Según el portal VocesCríticas.com, la autopsia se realizó en la mañana de este sábado y se determinó paro cardiorrespiratorio. Hay hermetismo en el caso y aún no se reveló el nombre de la persona fallecida.
El cardiólogo Sebastián Schanz explicó que se puede comprobar si los desfibriladores se utilizaron o no ya que cuentan con un sistema de grabación, “cada vez que se usan deben ser analizados para ver cuánto tiempo se tardó en responder la emergencia y qué detectó el aparato. El desfibrilador detecta automáticamente qué tiene el paciente y en base a eso hace la descarga”.
El médico señaló que cualquier persona puede utilizar el desfibrilador para salvar la vida de alguien. “Tiene que haber más conciencia, la probabilidad de salvar a una persona joven en los primeros minutos es del 100%”, remarcó en FM Profesional.
Schanz sostuvo que hace un mes y medios aproximadamente sucedió lo mismo con la hermana de un político que murió súbitamente en un gimnasio, se trata de una mujer de 40 años. “El tiempo es vida, por cada minuto que pasa se pierden 10% de probabilidad de salvar la vida de una persona. Apenas comprobamos que no respira o respira mal, y no tenemos un desfibrilador, hay que realizar maniobras de rehabilitación, compresiones cardíacas fuertes y rápidas, más de cien por minuto, se baja el tórax cinco centímetros aproximadamente en cada compresión”, explicó.