¿Quién no lo ha notado? A mitad de la fiesta, vas al baño del boliche (cualquiera sea), intentas lavarte las manos o calmar la sed y no hay agua. Ese es uno de los trucos que usan los dueños de boliches para que no bebas de la canilla y vayas corriendo a la barra a pedir una botella o vaso de alguna cosa.
Pero hay otro artilugio para que consumas más bebidas que ellos venden. Por más increíble que parezca, usan sal. Si, de la misma que se utiliza para cocinar o sazonar alguna comida.
Dicen los que saben que, antes de que comience "la joda" algunos bolicheros arrojan granos de sal sobre la pista y esperan. Cuando los animados bailarines comienzan a tirar pasos, se levanta un polvillo imperceptible que te hace dar ser. Como si hubieras comido un paquete entero de papas fritas.
Fuente: Que pasa salta