Carmen Gutiérrez se acercó a la escuela Joaquín Castellanos a cumplir con su deber cívico, como cualquier otro salteño. Llegó a las 15 horas, no había fila y pasó directamente a la mesa que le correspondía pero al presentar su DNI se dio con una gran sorpresa: alguien había votado por ella.
“Cuando me empezaron a tomar los datos me dijeron que no podía votar porque ya había votado y había otra firma. Le dije que no era la mía y pedí un papel para mostrársela El troquel ya no estaba, ya lo habían entregado,” indicó la damnificada a FM Profesional.
En ese momento, las autoridades de mesa se fijaron que la persona que se hizo pasar por ella fue una de las primeras en emitir su sufragio, en la lista no había nadie más con el mismo nombre. “Uno de los integrantes de la mesa tenía todo registrado y en una de las filas tuvieron que sacar la urna hasta casi afuera porque vino una señora con discapacidad, pese a que hay rampas muy bien hechas y podía llegar al lugar de las mesas. Le llevaron la urna. Se les ocurre que ahí fue el momento en que se le puede haber pasado, podemos pensar cualquier cosa,” detalló.
Tras el inconveniente, el presidente de mesa le manifestó que no tenía inconvenientes con que ingrese al cuarto oscuro y deposite su sobre pero antes debía hacer la consulta con un delegado. “Le dijo que eso no podía ser, que yo tenía que hacer la denuncia a la Junta Electoral. Yo dije que no me movía de la mesa hasta que no vote. Tuve unas palabras con este señor, vino otra delegada, muy agradable, y llamó a la Junta Electoral, hablé con una persona, me dijeron que podía hacer la denuncia pero no podía votar y yo le dije que yo iba a votar porque es mi derecho. Entonces se anota como en suspenso para sea observado en la Junta,” explicó.
Ante su insistencia, la mujer finalmente pudo ejercer su derecho a votar y el incidente quedó registrado en la Junta Electoral para que analizaran el caso.