Al parecer ni la cuarentena por la pandemia del coronavirus, ni las prohibiciones que reglamentan la actividad detienen a los depredadores que utilizan redes tipo “pollera” y trasmallos para obtener decenas de piezas en el dique El Tunal.
El Tribuno confirmó que son de El Galpón y de Río Piedras, quienes acceden en autos, camionetas y en motos a la zona conocida como la “cola del dique” y al sector de la desembocadura del río San Ignacio.
Algunos llegan a la tarde en grupos de cuatro o cinco personas y comienzan a recorrer las costas del lago. Ingresan al agua con cámaras de tractores infladas, colocan las redes trasmallo, de entre 100 y 200 metros de largo, y las retiran a la madrugada del día siguiente. Decenas de sábalos, bogas y hasta dorados quedan atrapados y luego son comercializados ilegalmente.
A principios de este mes se habilitó la pesca de costa en el dique El Tunal y muchos pescadores deportivos, que tienen que tener su declaración jurada de circulación por el Covid-19 y carnet de pesca habilitante, fueron testigos de las frecuentes depredaciones en esos sectores de dique El Tunal.
“Lo controles parece que son para algunos, porque los “redeadores” llegan a la tarde y no respetan nada ni a nadie. Algunos colocan largas redes y comienzan a arrojar piedras y golpear con palos para hacer que los peces se dirijan hacia sus trampas. Es algo muy indignante”, dijo un pescador metanense a El Tribuno.
Lo llamativo es que en el dique El Tunal hay una sede de la Policía Lacustre. Por otro lado, a través de un parte de prensa oficial, el 11 de este mes, el Gobierno de la provincia informó que inspectores de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, acompañados por policías, realizaron controles en el dique El Tunal. Sin embargo, los depredadores continúan “operando” clandestinamente.
Imágenes de los “redeadores” utilizando un trasmallo en la zona de la “cola del dique” demuestran que sigue el accionar de los que atentan contra la fauna ictícola. En las fotos y videos se observa a personas que ingresan a las aguas del dique, colocan una red de alrededor de 100 metros, luego comienzan a tirar piedras y a utilizar palos para que los peces vayan hacia la trampa. El final de la maniobra es indignante, uno de los depredadores comienza a sacar los sábalos que quedaron atrapados, los golpea en la cabeza con un palo para matarlos y se lo pasa a un compañero que los va colocando en una bolsa.
“Todos los pescadores deportivos , la Policía y muchos vecinos de El Galpón saben lo que pasa con la permanente depredación en el dique el Tunal pero parece que las autoridades miran para otro lado. Nadie les dice nada porque la mayoría andan alcoholizados. Acá hay controles
para algunos y que justamente somos los que respetamos, mientras que los que provocan daño a nuestros peces hacen lo que quieren, principalmente durante las tardes y las noches”, dijo el pescador, que por temor a recibir represalias prefirió mantenerse en el anonimato.
Los aborígenes de El Galpón, autorizados
Por otra parte, los aborígenes de El Galpón están autorizados a hacer una pesca de subsistencia en la zona, pero está confirmado que extraen sábalos, bogas, bagres y dorados y luego los comercializan. A través de una resolución de la Secretaría de Ambiente, estas personas están autorizadas a extraer 10 piezas de sábalos cada una. “Eso tampoco se respeta porque los aborígenes sacan grandes cantidades de peces de dique El Tunal para venderlos y
eso no es pesca de subsistencia. Pero a ellos tampoco los controlan cuando llevan “bolsadas” de pescado en motos”, dijo el pescador, indignado.
El río Juramento, habilitado
Por otra parte, se autorizó la pesca en el río Juramento y elaboraron un protocolo de prevención. La habilitación es para las personas que tengan domicilio legal en la provincia de Salta.
Solamente pueden acceder tres personas por vehículo, con carnet de pesca habilitante. Deben respetar el distanciamiento, usar barbijos y no hacer camping ni ingerir bebidas alcohólicas. El horario para el desarrollo de la actividad en el río Juramento y Dique El Tunal es de 9 a 20
horas. Las mismas disposiciones rigen para la pesca embarcada.