El Tribunal Regional de Friburgo (Alemania) ha condenado este martes a 12 años y medio de cárcel a una mujer y a 12 años a su pareja, que durante más de dos años ofrecieron en la deep web —el Internet profundo— al hijo de ella, que ahora tiene 10 años, para que otros hombres pudiesen violarlo. La madre, de 48 años, y su pareja, de 39, con antecedentes penales por abuso infantil grave, confesaron los delitos durante el juicio. Ambos sometieron al niño a abusos sexuales y vejaciones. La policía llegó a ellos gracias a una información anónima recibida en septiembre de 2017 y que destapó los abusos sufridos por el menor.
El niño no solo sufría los abusos de su propia madre y de la pareja de esta, sino que también era ofrecido a través de la deep web, difícil de rastrear y ajena a los buscadores convencionales. Los dos acusados figuraban, además, como responsables del abuso de una niña de tres años y deberán pagar a ambas víctimas 42.500 euros por daños y perjuicios.
La madre del niño y su pareja participaban en los abusos, explicó durante el juicio, el pasado junio, la fiscal Nikola Novak. Durante estas vejaciones, el menor fue humillado, insultado, atado, enmascarado y se abusó de él, ha detallado la representante del Ministerio Público. Ante el tribunal, la pareja de la madre confesó que él era el "impulsor" de los delitos. El hombre admitió los cargos en su contra, a excepción de pequeños detalles, aduciendo que él presionó a su novia para que permitiera que su hijo fuera violado y sufriera abusos por parte de los hombres con los que contactaban por Internet.
Las autoridades alemanas habían imputado a ocho personas por este caso, entre ellos un español que fue condenado el lunes a 10 años de cárcel por más de una decena de cargos de abusos sexuales y violación. El español, que hacía llamar Tío Luc, admitió que había violado varias veces al niño y que pagó más de 10.000 euros por hacerlo.
Según la Fiscalía, desde principios de septiembre de 2016 hasta agosto de 2017, viajó varias veces desde España al sur del estado de Baden-Wurtemberg, donde alquiló apartamentos vacacionales para perpetrar el delito. Además de los 10 años de cárcel, también deberá pagar a la víctima una indemnización de 18.000 euros. Según la fiscal, este hombre se hizo pasar por un pediatra italiano que vivía en Bélgica y grabó el abuso para vender posteriormente las películas a través de Internet.
Fuente: El Pais