El papa emérito Benedicto XVI, quien renunció a su pontificado en febrero de 2013, cumple hoy 93 años en medio de una cuarentena que lo mantiene aislado en el monasterio en el que vive dentro de los jardines vaticanos y desde donde manifestó su "preocupación" por la pandemia de coronavirus.
Joseph Ratzinger, nacido en la ciudad baviera de Marktl en 1927, había sido elegido el pontífice número 265 de la Iglesia en 2005, y renunció el 28 de febrero de 2013, dando lugar al cónclave que luego eligió a Jorge Bergoglio como el primer papa latinoamericano el 13 de marzo de ese año.
Según afirmó este jueves a la prensa del Vaticano su secretario, Georg Ganswein, Benedicto XVI "se ha visto particularmente afectado por los numerosos sacerdotes, médicos y enfermeras que han muerto, especialmente en el norte de Italia, en el desempeño de su servicio a los pacientes del coronavirus".
Ratzinger, "participa en este dolor", sigue "con preocupación" pero "no deja que le roben la esperanza", indicó Ganswein.
El secretario personal del papa emérito confirmó además que Ratzinger ya tiene en sus manos la que será su biografía oficial, "Benedicto XVI - una vida", escrita por el periodista alemán Peter Seewald, que se publicará el próximo 4 de mayo.
"Soy un hombre anciano al final de su vida. Solía tener una gran elocuencia, ahora ya no funciona", se describió a sí mismo Ratzinger en la última entrevista que concedió hasta el momento, en enero de este año.
Recluido desde que renunció en el monasterio Mater Ecclesiae, en los jardines vaticanos, Ratzinger se mantiene acompañado por Ganswein, un monseñor alemán considerado responsable de haber creado una imagen de Benedicto como principal opositor a Francisco.
A inicios de este año, la supuesta firma de Benedicto XVI en un libro con una férrea defensa del celibato junto a uno de los cardenales más críticos de Bergoglio, el guineano Robert Sarah, volvió a disparar los cruces entre los sectores conservadores de la Iglesia y los que apoyan a Francisco. Semanas después, Ganswein fue removido de varias de sus funciones a cargo como prefecto de la Casa Pontificia
El año pasado, los cruces entre Benedicto y los sectores aliados a Francisco se dieron luego de la publicación de una carta con la firma del papa emérito, en la que analizaba la crisis de abusos que atraviesa la Iglesia.
En la misiva de 18 páginas que llevaba su nombre, pese a que está casi ciego y se vale de asistentes personales de manera constante, el papa emérito culpablizó entonces a los cambios sociales posteriores al denominado "mayo del 68" como origen de los problemas de pederastía a nivel eclesial.
Ratzinger no sale del Vaticano desde julio pasado, cuando recorrió la zona de los denominados "Castelli romani", en las afueras de Roma, tras cuatro años sin abandonar la Santa Sede.