Joe Biden entra a la Casa Blanca pisando fuerte y con sus objetivos claros. En la tarde de este miércoles, una vez que esté instalado en el Despacho Oval, el nuevo presidente de los Estados Unidos firmará 15 órdenes ejecutivas atacando todo tipo de problemas, entre ellos el de los inmigrantes que presionan crecientemente desde el sur.
¿Cuál es el futuro de los mexicanos y centroamericanos que quieren cruzar a Estados Unidos? Los asesores del nuevo presidente les piden que no se acerquen a la frontera porque no sería “inteligente en este momento”, pero abren grandes perspectivas para los dreamers y nuevas posibilidades de obtener la ciudadanía estadounidense.
“El presidente va a enviar una ley de inmigración al Congreso el primer día de su gobierno. Priorizaremos que las familias no se separen, con nuevos caminos para adquirir la ciudadanía”, dijo Susan Rice, desde hoy directora del Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca, durante una conferencia con un grupo reducido de medios, entre ellos Infobae.
Tras la jura del cargo, que se celebra al mediodía en las escalinatas del Capitolio, a Biden se le cansará la mano de firmar órdenes ejecutivas, memorandos, directivas y cartas que le permitirán poner en marcha en cuestión de horas, una política opuesta a la de Donald Trump. La batería de medidas es muy amplia, e incluye paralizar de inmediato la construcción del muro en la frontera con México.
Así, les pedirá a los estadounidenses que se sumen al “desafío de los 100 días con barbijos”, regresará a la Organización Mundial de la Salud (OMS), extenderá la prohibición de desahucios, se reincorporará a los Acuerdos de París para la lucha contra el cambio climático, promoverá las energías verdes, levantará las prohibiciones que existen para que ciudadanos de determinados países musulmanes entren a los Estados Unidos y avanzará decididamente en medidas para combatir la desigualdad racial.
“Es una acción histórica del presidente Biden en su primer día y para avanzar en su agenda”, adelantó Jen Psaki, nueva secretaria de Prensa de la Casa Blanca. “El presidente Biden continuará firmando órdenes ejecutivas en los próximos diez días”.
La plana mayor de la Casa Blanca se explayó en detalle sobre las decisiones que tomará Biden a partir de este miércoles. El diálogo con los periodistas contó, además de Rice y Psaki, con la presencia de Jake Sullivan, nuevo Consejero de Seguridad Nacional, Roberta Jacobson, responsable de todo lo relacionado con la frontera sur y los temas de migración, Jeff Zients, el hombre a cargo de la pandemia del covid, Ginna McCarthy, consejera en temas de cambio climático, y Bian Desee, consejero en temas económicos.
“Comienza una nueva manera de tratar esta crisis del covid”, dijo Zients. “Estamos claramente ante una emergencia nacional y la vamos a tratar como tal. Esto no es un tema de política, es un tema de salud. Vamos a coordinar a todas las agencias involucradas para garantizar la producción y disponibilidad de vacunas. Y vamos a restaurar el rol de Estados Unidos a nivel mundial. Volveremos a la Organización Mundial de la Salud y vamos a participar este jueves en el consejo ejecutivo de la OMS. El doctor Fauci encabezará el equipo”.
Es en los temas migratorios donde se advierten algunos de los cambios más claros. Jacobson, que fue embajadora de Obama en México, sabe que el camino no será sencillo. “¿Cómo hacemos esto? Va a demorar un tiempo. ¿Cómo lo hacemos de una manera que sea segura para gente que deja lugares que no es segura? No queremos crear situaciones que los conviertan en objetivos de bandas criminales. Queremos crear alternativas que sean seguras para una situación que es claramente insegura en la gente que emigra a los Estados Unidos”.
Roberta Jacobson en una fotografía de archivo de 2016 (Infobae)
Y Sullivan, considerado una de las mentes más brillantes del círculo íntimo de Biden en la Casa Blanca, pidió a los migrantes que presionan para entrar a Estados Unidos vía México que eviten hacer el intento. La presidencia de Biden los tratará de manera muy diferente a la de Trump, pero para eso, tal como dijo Jacobson, se necesita tiempo. Si el plan funciona, los 11 millones de indocumentados que hoy viven en los Estados Unidos adquirirán la ciudadanía en los próximos ocho años.
“Hemos dejado claro en estas últimas semanas que el intento de entrar a los Estados Unidos es sencillamente poco inteligente, porque no tenemos la capacidad, porque la administración Trump desmanteló las infraestructuras y por el covid 19. Vamos a aportar ayuda y asistencia de inmediato a las áreas afectadas por el huracán y trabajar en crear un sistema diferente para el futuro. Pero enviamos una señal de que este no es el momento para cruzar la frontera, porque nuestra capacidad para recibir gente es extremadamente limitada”, dijo Jacobson.
Las órdenes ejecutivas y las leyes que contemplan el nuevo abordaje del problema migratorio abarcan una gran cantidad de temas. Desde la decisión de abolir la orden de Trump de ignorar en los censos y en la representación ante el Congreso a aquellos que no son ciudadanos estadounidenses, hasta “preservar y fortalecer la protección” para los dreamers.
Los dreamers son hijos de inmigrantes que llegaron de niños a los Estados Unidos y se integraron al país, aunque no se les reconocieran derechos fundamentales. Muchos de ellos se han integrado a fuerzas de seguridad y a los servicios sanitarios, a los trabajadores esenciales en la primera línea de la lucha contra la pandemia. Se calcula que existen unos 700.000. El presidente Biden enviará una ley al Congreso para que cuenten con un estatus de residencia permanente “y un camino hacia la ciudadanía”.
Llega también el final del muro en la frontera con México, que tanto rédito electoral le dio a Trump en la campaña de 2016. Una vez instalado en el Despacho Oval, Biden anulará la declaración de emergencia nacional firmada por el anterior presidente, que le permitía desviar fondos de otros presupuestos y avanzar en la construcción de ese muro. La firma “determinará una inmediata paralización de la construcción del muro”, señalaron los asesores del nuevo presidente.
EFE/Lenin Nolly/Archivo
El paquete de leyes migratorias que Biden enviará al Congreso busca “restaurar la humanidad y los valores estadounidenses” en el sistema migratorio. Se busca asegurar que las familias no sean separadas, enfrentar las causas profundas de la migración desde Centroamérica y asegurar que los Estados Unidos sigan siendo un refugio para aquellos que son perseguidos en sus países.
Otra de las órdenes ejecutivas que firmará Biden apuntará a terminar con cualquier tipo de discriminación por orientación sexual o identidad de género, protegiendo así los derechos de las personas LGTBIQ+. También firmará la orden conocida como “equidad avanzada para todos”, que apunta a un trato justo e imparcial en todos los organismos e instituciones federales para comunidades como la afroamericana, latina, indígena, asiático-estadounidenses, isleños del Pacífico, otras personas de color, la comunidad LGTBIQ+, discapacitados, minorías religiosas, personas que viven en zonas rurales y afectadas por pobreza o desigualdad persistentes.
En una semana en la que Estados Unidos superó las 400.000 muertes por covid, Biden buscará cambiar el curso de la pandemia. Este miércoles firmará una orden ejecutiva que crea la figura del coordinador de covid a nivel nacional para así intentar poner fin a la descoordinación que existe entre el gobierno federal y los 50 estados de la unión americana.
A la crisis sanitaria se le suma la crisis económica, hizo notar Desee, el hombre que asesorará sobre economía al nuevo presidente en la Casa Blanca. “Estamos en un momento muy crítico y precario para nuestra economía. Perdimos puestos de trabajo por primera vez desde la primavera (boreal). Hay cerca de 30 millones de adultos y 12 millones de niños con problemas para alimentarse”, explicó el asesor. “Este paquete de rescate es urgentemente necesario, esperamos que el Congreso actúe rápido”.
“En el tema de vivienda esta crisis económica ha creado una crisis sin precedentes. Hay 40 millones de personas que no pueden pagar sus alquileres, uno de cada diez tiene mora en las hipotecas. Y esto, en el contexto del covid: cuando a la gente se le fuerza a salir de sus casas, compartir, ir a albergues, el distanciamiento social se torna más dificultoso. Vamos a pedir extender la moratoria de hipotecas hasta al menos el 31 de marzo y vamos a garantizar vivienda estable para 25 millones de adultos e incontables niños en el país”, añadió.
Desee siguió dando cifras. “Hay más de 45 millones de estadounidenses que deben 1,5 billones de dólares en préstamos estudiantiles. Vamos a pedir extender las moratorias hasta el 30 de septiembre en los préstamos dados directamente por entidades federales, así como condonar 10.000 dólares de cada préstamo. No queremos que nadie tenga que decidir entre llevar comida a su mesa o pagar los préstamos estudiantiles”.
Con Trump ausente de la ceremonia, Biden dará este miércoles su primer discurso como presidente. “Va a hablar de unir al país y de mirar al futuro”, anticiparon fuentes cercanas al presidente y familiarizadas con el texto que leerá el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Ya en la tarde, el Despacho Oval lo espera con una montaña de papeles por firmar. Y es solo el comienzo, dicen sus asesores: “Esto no es suficiente, se necesita mucho más. En los próximos días vamos a tomar más medidas”.