Los peores internos del presidio de Khao Prik, una cárcel ubicada a 200 kilómetros de Bangkok enTailandia, tienen una chance de quedar en libertad sin cumplir su condena. Para ellos deben anotarse en Prison Fight, un programa creado en 2012 por el cual los delincuentes pueden lograr el indulto si se consagran campeones del torneo de muay thai, un arte marcial que es pasión en ese país.
En dicho torneo los peores asesinos, pedófilos, violadores y ladrones buscan salir de su encierro pero dicha opción no alcanza a los presos con delitos menores. Como en toda competencia, los prisioneros se van eliminando hasta llegar a la final, en la que deben pelear contra un luchador profesional. Lejos de hacerse en la clandestinidad, el torneo es televisado y tiene sponsors.
El torneo ya tuvo cinco campeones desde el 2012. Uno de los últimos fue Noy Khaopan quien está libre pese a tener que cumplir una condena de once años por apuñalar en la cabeza y matar a un estudiante. Este asesino peleó mejor que los otros presos. Y se fue a su casa.
Pese a lo increíble que suena dicho torneo, la dirección del penal de Khao Prik se escuda en el carácter religioso del Muay Thai y en que forma parte de la cultura tailandesa. Y esbozan una defensa carente de sustento: "el torneo da a los presos un objetivo, una esperanza. Además, desde que se organiza, disminuyeron el tráfico de drogas y los comportamientos violentos dentro de la prisión".