Faltaban pocos minutos para las 10 p.m. del lunes 9 de julio cuando alguien tocó el timbre del apartamento de Edwar Vaz, profesor de inglés, en la avenida Lavalleja, en pleno centro de Punta del Este. Sin sospechar nada extraño, Edwar Vaz abrió la puerta. Lo último que alcanzó a ver fue el caño del revólver calibre 38 del que salió la bala que le perforó la frente. Las cámaras de seguridad captaron al asesino, junto a un cómplice. Ambos se subieron a un auto conducido por una tercera persona y se fueron rápidamente del lugar. En los días siguientes al homicidio se conoció que la víctima estaba muy enfrentado con su exesposa, identificada en el expediente judicial como L.J.M. Según informó el diario El País, de Uruguay, su abogado ya tenía preparada una demanda civil en su contra por 1,5 millón de dólares. Las repercusiones del caso fueron creciendo a medida que se revelaban nuevos datos. El primer salto abrupto se produjo luego de que la policía identificara al conductor que llevó a los autores materiales del asesinato. Cuando lo arrestaron, confesó que trabajaba con L.J.M. y que ella lo había contratado para matar a Vaz. Por pedido del fiscal, el juez Luis Imperial ordenó la detención de la mujer, que fue acusada de "homicidio especialmente agravado". Esta semana se supo que es hija de un hombre muy poderoso, que se presenta como "príncipe internacional de los gitanos".
L.J.M. niega tener relación con su progenitor y con la colectividad gitana, pero desde hace años vive en una lujosa mansión en el exclusivo barrio Beverly Hills de Punta del Este, que bautizó Gypsy Queen ("la reina gitana"). Ella misma la construyó en 2004. La mansión, erigida en un terreno de 1.049 metros cuadrados, se compone de dos casas, que en total tienen diez dormitorios y diez baños. El lugar es famoso en la noche esteña, ya que allí se realizan desde hace años fiestas sexuales entre parejas swinger, organizadas por L.J.M., según El País. Adinerados turistas argentinos y brasileños concurren al lugar.
L.J.M. y Vaz se casaron en 1997 y se divorciaron en 2016. Hay muchos puntos oscuros en su relación. De acuerdo con el relato de la mujer, él era bígamo. "Yo construí con una amiga Gypsy Queen. Mi amiga, también era mujer de mi exmarido", contó L.J.M. al periódico uruguayo. Pero ella también practicaba algo parecido a la bigamia. Al menos un año después de su separación, Vaz seguía viviendo en una de las casas de la mansión. En la otra, L.J.M. vivía con una nueva pareja y con su amiga, a quien define como "compañera de vida". Y agregó: "Con mi amiga fuimos las que hacíamos las fiestas swinger mandadas por él". Pero eso está lejos de ser lo más escabroso. Si bien se reconoce como gestora de las orgías en la mansión, asegura que era subyugada por Vaz, que la explotaba sexualmente.
Fuente: El Tribuno