El mundo de los dulces, con sus elaborados pasteles y golosinas, a menudo fusiona el arte de la cocina con la ciencia; la exactitud y detalle necesarios para su elaboración se asemejan más a meticulosos experimentos que a una preparación culinaria improvisada. En un universo repleto de joyas gastronómicas, existen lugares que brillan con luz propia, ofreciendo no solo sabores exquisitos sino también un pedazo de historia.
Estos templos de la repostería crean los dulces más emblemáticos con fervor y precisión. Los Pasteis de Belém de Lisboa, inaugurados en 1837, son un claro reflejo de este compromiso, atrayendo tanto a residentes como a visitantes. El Hafız Mustafa de Estambul, fundado por Hadji İsmail Hakkı Bey en Bahçekapı en 1864, evoca la magia eterna de los dulces turcos.
El Café Central de Viena, punto de encuentro desde el siglo XIX, es célebre no solo por su Apfelstrudel, sino también por haber sido visitado por personalidades como Freud, Trotsky y hasta Hitler, reflejando la importancia histórica del lugar más allá de sus ideologías.
En este universo, la revista Taste Atlas ubicó a dos lugares argentinos dentro de los 10 mejores rincones del mundo donde se pueden degustar los mejores postres. Se trata de una heladería y chocolatería de Bariloche, con su helado de chocolate y un tradicional café de Buenos Aires y que propone la exquisita combinación de churros con chocolate.
En conjunto, estos lugares encapsulan un rico tapiz culinario global, donde la calidad atemporal triunfa sobre las modas fugaces. Aquí el listado de los primeros 10 puestos del prestigioso ranking.
1. Pasteles de Belém
La panadería Pastéis de Belém, ubicada en el barrio de Belém en Lisboa, es reconocida por su icónico pastel de Belém. Desde 1837, se prepara este delicioso postre siguiendo una receta misteriosa que consiste en una suave crema de natilla rodeada de hojaldre.
“Es común saborearlo caliente, espolvoreado con azúcar y canela, convirtiéndose en un emblema de la gastronomía portuguesa. Tanto visitantes como residentes suelen esperar en fila para degustar estos pastelitos recién salidos del horno. Pasar por Pastéis de Belém es sumergirse en la tradición culinaria de Portugal y es un punto esencial para quienes visitan Lisboa”, indicaron.
2. Hafiz Mustafa
Hafiz Mustafa es una prestigiosa confitería fundada en Estambul en 1864, famosa por su variedad de postres turcos, en particular el baklava. El baklava de Hafiz Mustafa se caracteriza por sus delicadas capas de masa, bañadas en un almíbar sabroso y repletas de nueces trituradas.
“Gracias a una meticulosa elaboración y a ingredientes de primera calidad, su baklava posee una textura y sabor inigualables. Con variedades como pistacho, nuez y otros sabores innovadores, es aclamado tanto por residentes como por visitantes. Al entrar en una de sus tiendas, no solo se degustan delicias, sino que también se experimenta la rica tradición de la pastelería turca”, expresaron en el ranking.
3. Café Central
Café Central es un emblemático establecimiento ubicado en el núcleo de Viena, destacado por su impresionante arquitectura y profunda herencia cultural. Desde que abrió sus puertas en 1876, ha sido el punto de reunión de renombrados intelectuales, literatos y artistas.
“El Apfelstrudel del Café Central es una obra maestra, con delicadas láminas de hojaldre que encierran un relleno de manzana con especias, presentado caliente y espolvoreado con azúcar o acompañado de crema batida. Los maestros pasteleros del lugar se apegan a recetas ancestrales, asegurando un sabor genuino que refleja la tradición culinaria de Austria”, explican.
4. Pastelería Ideal
Pastelería Ideal es una de las pastelerías más emblemáticas de la Ciudad de México, fundada en 1927 y famosa por su amplia variedad de dulces. Situada en el bullicioso Centro Histórico, la panadería es un placer para la vista con sus impresionantes exhibiciones de pasteles, pasteles y gelatinas.
Dicen desde el Ranking: “Las gelatinas son particularmente famosas, conocidas por sus colores vibrantes, diseños intrincados y sabores refrescantes. Elaboradas con precisión artística, estas gelatinas son más que un postre; son una forma de arte comestible. Los visitantes de Pastelería Ideal a menudo quedan cautivados por la variedad de formas y sabores, desde diseños florales hasta creaciones con infusión de frutas”.
5. Café del mundo
Café Du Monde es un emblemático establecimiento situado en el Barrio Francés de Nueva Orleans, Luisiana, y ha sido un referente desde 1862. Conocido por sus buñuelos al estilo galo, el lugar es un punto de encuentro para residentes y visitantes por igual.
“Los buñuelos de Café Du Monde son pastelitos fritos cubiertos generosamente con azúcar glas y se suelen acompañar con un café de achicoria. Estos bocados crujientes y aireados se presentan calientes, ofreciendo un sabor dulce y reconfortante. El ambiente al aire libre del café, sumado al seductor aroma de los buñuelos, lo posiciona como un destino imperdible en Nueva Orleans”, explicaron.
6. Karaköy Güllüoğlu
Karaköy Güllüoğlu es una reconocida tienda de baklava situada en el barrio Karaköy de Estambul, con una historia que se remonta a 1843. Como uno de los productores de baklava más antiguos y famosos de Turquía, se ha convertido en sinónimo de este delicioso postre.
El baklava de Karaköy Güllüoğlu se elabora con delicadeza, utilizando capas de masa fina, mantequilla y nueces, todo endulzado con almíbar o miel. El resultado es una textura crujiente y hojaldrada por fuera con un relleno suave y sabroso por dentro. Los visitantes de la tienda pueden disfrutar de una variedad de sabores de baklava, cada uno de los cuales es testimonio de la rica herencia culinaria de Türkiye.
7. Rapanui
“Rapanui es una reconocida fábrica de chocolate y heladería ubicada en Bariloche, región famosa por su producción de chocolate de calidad. Fundada en 1948, Rapanui se ha convertido en un símbolo de la fina artesanía del chocolate y es especialmente célebre por su helado de chocolate”, indican en el ranking.
“El helado de chocolate de Rapanui está elaborado con cacao de primera calidad, ofreciendo un sabor rico e indulgente que es un verdadero placer para los amantes del chocolate. Los visitantes pueden disfrutar de esta delicia helada en varias formas, desde conos hasta elaborados helados, cada uno cuidadosamente elaborado con estilo artístico. El cálido interior revestido de madera de la tienda de Rapanui ofrece un ambiente acogedor para saborear sus creaciones de chocolate”, agregaron.
8. Confitería Colombo
Confeitaria Colombo es una distinguida pastelería situada en Río de Janeiro, establecida en 1894. Su interior, decorado con majestuosos espejos y detallada madera tallada, sumerge a quienes la visitan en la época de la Belle Époque, reflejando el profundo legado cultural de Brasil.
Dentro de su amplia gama de postres brasileños, destaca el quindim, una natilla al horno de vibrante tono amarillo elaborada con coco, azúcar, mantequilla y yemas de huevo. Este manjar presenta una superficie brillante y un interior tierno y jugoso, capturando la esencia de la repostería brasileña. Al visitar Confeitaria Colombo, se puede degustar el Quindim en su sofisticado salón de té, permitiendo a los comensales apreciar no solo su sabor, sino también el esplendor del lugar.
9. Café Tortoni
“Café Tortoni es un café histórico e icónico en Buenos Aires y ha sido un símbolo del patrimonio cultural de la ciudad desde su creación en 1858. Ubicado en la famosa Avenida de Mayo, es famoso por su elegancia atemporal y su atmósfera histórica”, expresaron desde Taste Atlas.
Y sumaron: “El Café Tortoni también es famoso por sus deliciosos churros. Estos pasteles de influencia española se fríen hasta que estén dorados y normalmente se sirven con un rico y espeso chocolate caliente para mojar. Los churros de Café Tortoni son conocidos por su exterior crujiente y su interior suave, que encarnan la textura perfecta. Tanto los lugareños como los turistas visitan el café para disfrutar de esta delicia tradicional, a menudo acompañada de música de tango o tertulias literarias”
10. Chocolatería San Ginés
Chocolatería San Ginés es un establecimiento mítico de Madrid, conocido por sus deliciosos churros y chocolate. Inaugurado en 1894, se ha convertido en un destino de visita obligada tanto para los lugareños como para los turistas que buscan el tradicional manjar español.
Los churros están recién fritos hasta obtener un dorado perfecto, crujientes por fuera y suaves por dentro, y normalmente se sirven con una taza de rico y espeso chocolate caliente para mojar. Disfrutada en cualquier momento del día, la combinación de churros y chocolate es una experiencia reconfortante e indulgente. La encantadora decoración del viejo mundo de la Chocolatería San Ginés se suma al ambiente, haciendo del disfrute de este manjar un evento memorable.