El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, tras arremeter contra la comunidad internacional en el Consejo de Seguridad por no condenar el ataque de Hamas del 7 de octubre, se colocó una estrella amarilla -insignia con el que los nazis marcaban a los judíos- como “símbolo de orgullo”.
“A partir de hoy, y cada vez que me miren, recordarán lo que significa permanecer en silencio ante el mal”, dijo al rememorar el Holocausto, el genocidio perpetrado por el régimen nazi durante la II Guerra Mundial en el que murieron más de 6 millones de judíos.
“Al igual que mis abuelos, y los abuelos de millones de judíos, a partir de ahora, mi equipo y yo llevaremos estrellas amarillas”, explicó.
“Llevaremos esta estrella hasta que despierten y condenen las atrocidades de Hamas”, dijo tras ponerse en pie, colocarse la insignia con el mensaje en inglés “Nunca más” en la solapa y repartir otras entre su equipo que también la portó en su ropa.
La estrella de David, un símbolo religioso que data de la edad media, se ha convertido en un emblema de la resistencia del pueblo judío frente a la persecución y el genocidio. Durante el Holocausto, fue utilizada por los nazis para identificar a los judíos.
En la Segunda Guerra Mundial, el ejército antisemita obligó a los judíos a llevar una estrella de David amarilla cosida en su ropa o en un brazalete, como forma de discriminación y humillación.
La semana pasada, el embajador Erdan pidió la dimisión del secretario general de la ONU, António Guterres, quien tras condenar en un discurso ante el Consejo de Seguridad el ataque de Hamas en Israel, aseguró que, al mismo tiempo, “es importante reconocer” que “no se produjeron de la nada”, sino de “56 años de ocupación sofocante” por Israel.
“Israel ha hecho su elección. Fuimos atacados por los nazis de Hamas. Nos mostraron que el odio genocida, odio judío no murió con Hitler, sino que burbujeó y creció, hasta invadir nuestra patria”, completó.
“Pero la diferencia entre 1939 y hoy, es que hoy los judíos tienen un estado fuerte y poderoso. No estamos indefensos. Somos Leones de Judá y nos defenderemos contra aquellos que buscan aniquilarnos”, aseguró.
Comandos del movimiento palestino Hamas entraron en Israel desde Gaza el 7 de octubre y llevaron a cabo el ataque más sangriento desde la creación del Estado hebreo en 1948. En represalia, Israel ha lanzado incesantes bombardeos y combates terrestres en la Franja de Gaza. Miles de civiles de ambos frentes murieron desde el inicio del conflicto.
El presidente de Yad Vashem ( la institución oficial israelí constituida en memoria de las víctimas del Holocausto), Dani Dayan, dijo que “lamentaba ver” la medida adoptada por la delegación israelí en Nueva York.
“Este acto deshonra a las víctimas del Holocausto, así como al Estado de Israel”, dijo Dayan en un post en hebreo en X, antes Twitter.
“La estrella amarilla simboliza el desamparo del pueblo judío y su situación a merced de otros. Ahora tenemos un Estado independiente y un ejército fuerte. Somos dueños de nuestro destino. Hoy nos abrocharemos a la solapa una bandera azul y blanca, no una estrella amarilla”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó este lunes considerar cualquier posibilidad de alto el fuego. En una comparecencia ante la prensa extranjera, Netanyahu afirmó: “Del mismo modo que Estados Unidos no habría aceptado un alto el fuego después del bombardeo de Pearl Harbor, o después del atentado terrorista del 11 de septiembre, Israel no aceptará un cese de hostilidades con Hamás tras los horrendos atentados del 7 de octubre”, en los que murieron más de 1.400 personas y 239 fueron secuestradas.
“Se le pide a Israel que se rinda ante Hamas, ante el terrorismo y se entregue a la barbarie, y eso no pasará”, recalcó el primer ministro israelí.
En una alocución previa a las preguntas de la prensa, Netanyahu manifestó que “la Biblia dice que hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra y este es un momento de guerra; una guerra por un futuro común”.
“Hoy trazamos una línea entre las fuerzas de la civilización y las fuerzas de la barbarie. Es un momento para que todos decidan cuál es su posición y que las naciones civilizadas de todo el mundo respalden esta lucha. Porque la lucha de Israel es tu lucha. Por eso la victoria de Israel será tu victoria. Pero no se equivoquen: independientemente de quién apoye a Israel, Israel luchará hasta ganar esta batalla e Israel vencerá”, afirmó enfáticamente el primer ministro israelí.