La recontratación, por parte del Vaticano, del exobispo de Orán, Gustavo Zanchetta, llegó a medios internacionales. El País, de España, tituló: “El Vaticano insiste en cobijar a un obispo cercano al Papa acusado de abusos sexuales en Argentina”
A la espera de un proceso canónico tutelado por la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) y de un juicio dilatado en el tiempo por la pandemia en su país, cuya fiscalía reclamó que se le retirase el pasaporte por el riesgo de fuga, ha sido readmitido por la Santa Sede en uno de los órganos financieramente más importantes.
Zanchetta, de 56 años, está acusado de “abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso” en perjuicio de dos víctimas, un delito castigado con penas de entre tres y 10 años de cárcel y que el sacerdote niega. Pero el Vaticano, según explicó su portavoz El País, considera que “su servicio no interfiere de ninguna manera con la investigación en curso”.
El exobispo también es investigado por supuesta estafa y administración fraudulenta.
“La presunción de inocencia aplicada a este obispo, a pesar de tener dos causas abiertas en Argentina y testigos que avalan las acusaciones, contrasta enormemente con otros casos recientes en los que implicado en otro tipo de supuestos delitos han sido apartados inmediatamente de sus puestos. El Papa despidió hace pocos meses a cinco empleados de la secretaría de Estado por su presunta implicación en uno de los últimos escándalos financiación que atraviesa la institución. La instrucción previa al proceso ni siquiera ha terminado, pero el Pontífice consideró oportuno enseñarles la puerta. Lo mismo hizo con el jefe de la Gendarmeria, Domenico Giani, que presentó su dimisión por la filtración de una serie de documentos de la misma investigación sin recibir ante ello ninguna objeción por parte del Papa.