En una conferencia de prensa, Novillo aseguró la existencia de una carta que envió el exjefe de la Fuerza Área boliviana al exembajador argentino, en la que agradece el envío de material bélico para reprimir y que se autorizó el descenso de un avión Hércules argentino con personal y cargamento.

  A partir de esto, la Dirección General de Aduana abrió una investigación para investigar la eventual existencia de delito en la exportación de armas de fuego y otros materiales a Bolivia. “Está en investigación porque hay dos versiones. Una desde el gobierno de Macri que niegan que haya habido un transporte de municiones, y la otra desde el gobierno de Fernández. Para los opositores no hubo golpe de Estado”, explicó Fernando Molina, periodista de Bolivia, en Radio Pacífico.

En esa época los periodistas argentinos tuvieron un papel fundamental a la hora de la cobertura de los hechos que se estaban desarrollando en Bolivia, pero también fueron muy agredidos y finalmente echados del país. “Los periodistas argentinos fueron muy combatidos por los grupos sociales en contra de Morales. Hubo mucho antagonismo hacia ellos”, contó Molina.

Sobre esta polémica, Patricia Bullrich, quien era en ese momento la ministra de Seguridad de la Nación, dijo: “Lo que nosotros hicimos fue salvar vidas y a nuestra embajada. Mandamos un Hércules con 12 gendarmes y su equipamiento para la tarea que teníamos que hacer. No los podés mandar con una pistola de plástico”. Al respecto, sostuvo que es verdad que había algunos ex funcionarios del gobierno de Morales exiliados en la embajada Argentina.

“El ministro de Gobierno fue protegido por la embajada Argentina, pero mucho después de los disturbios. Se tiene que establecer si las municiones enviadas se usaron solo para proteger la embajada o se desviaron a los grupos policiales bolivianos”, concluyó el periodista.