Un grupo de manifestantes arrancaron la estatua del comerciante de esclavos del siglo XVII Edward Colston en la ciudad inglesa de Bristol, entre otras muchas protestas contra el racismo celebradas ayer en el Reino Unido.
Los manifestantes en la localidad del sudoeste de Inglaterra derribaron el controvertido monumento de bronce erigido en 1895 en el centro urbano y lo hicieron rodar por las calles hasta echarlo al agua en el puerto.
La estatua de Colston (1636-1721), un benefactor de la ciudad que obtuvo su dinero del comercio y la explotación de esclavos, ya había sido objeto de polémica y motivó una petición ciudadana para que fuera retirada.
En otras partes del Reino Unido, cientos de miles de personas volvieron a manifestarse ayer en repulsa por el asesinato del afroamericano George Lloyd a manos de una policía blanco el 25 de mayo en Estados Unidos.
En Londres, Glasgow, Birmingham o Manchester, los manifestantes, muchos con guantes y mascarillas, desafiaron los llamamientos del Gobierno y la Policía, que alertaron de que son “ilegales” las congregaciones de más de seis personas por las restricciones impuestas para frenar el coronavirus.
Catorce personas fueron detenidas y al menos diez policías resultaron heridos el sábado en la capital británica al protagonizar una confrontación al término de una jornada de protestas pacíficas, en las que participó la cantante Madonna, que fue vista andando con muletas en una marcha por el centro de la ciudad.
Por su parte, el artista Banksy, natural de Bristol, colgó un mensaje en su cuenta de Instagram en el que, junto con la imagen de unas flores y unas velas que empiezan a prender la bandera de EEUU, denunciaba que “el sistema está fallando a la gente de color”.
A la baja
En tanto las muertes por la COVID-19 en el Reino Unido se sitúan en 40.542 tras sumar 77 en 24 horas, la cifra más baja desde la imposición del confinamiento el pasado 23 de marzo, informó ayer el ministerio de Sanidad y Atención Social.
Estos datos que difunde el Gobierno incluyen solo los decesos por coronavirus confirmados con una prueba diagnóstica, si bien otras estadísticas oficiales indican que el número de fallecimientos atribuibles al virus en el país podría superar los 50.000.
El ministerio precisó que hasta la fecha se han hecho 5.581.073 tests del virus, de los cuales 286.194 dieron positivo, incluidos 1.326 el sábado.
El Reino Unido, el Estado europeo con más muertes por la pandemia, se encuentra en pleno proceso de desconfinamiento y ya permite la reapertura de las escuelas de primaria y comercios de bienes no esenciales, si bien a partir de mañana impondrá una cuarentena a los viajeros que lleguen a su territorio.
El ministro de Comunidades, Robert Jenrick, indicó ayer que a partir del 15 de junio se autorizará la apertura de las iglesias y otros lugares de culto para la plegaria individual, si bien los eventos multitudinarios como misas, bodas o funerales no se permitirán hasta al menos el 4 de julio.
Según los planes de apertura del Gobierno, en esa fecha también se reactivaría el sector de la restauración y la hostelería, siempre y cuando esté bajo control el ratio de transmisión del nuevo virus.
De acuerdo con los últimos datos, ese ratio se sitúa en valores entre 0,7 y 0,9 en el conjunto del Reino Unido, pero se acerca a la unidad -a partir de lo cual se considera que los contagios crecen de forma exponencial- en algunas regiones de Inglaterra.
El grupo de aviación hispano-británico IAG ha emprendido medidas legales contra la decisión del Gobierno de introducir a partir de hoy una cuarentena de catorce días a los viajeros que lleguen a ese país.