Sudáfrica aún no sale del estupor por la foto de una recién nacida que hace una semana fue encontrada gracias a un perro en una alcantarilla de la ciudad de Porth Elizabeth. La imagen, cruda, la sacó el hombre que, gracias a su fuerza, se convirtió en su salvador.
Estaba desnuda, con el cordón umbilical, en un sumidero de 2 metros de profundidad infestado de hormigas rojas. El frío, el agua de lluvia y las picaduras de esos insectos eran un combo mortal para una beba que había nacido dos días antes. Pero ganó la vida.
La alcantarilla
Cornie Viljoen (60) frenó su auto cuando vio a una mujer saltando y moviendo los brazos de un lado al otro en busca de ayuda. Era Charmaine Keevy (63), una vecina que, como todas las mañanas, había sacado a pasear a Georgie, el perro salchicha que había rescatado de la calle un año antes. Pero ese día, de casualidad, no tomó el camino de siempre y salió mucho más temprano de lo habitual. Y ella lo contó al Herald Live.
"No sé por qué tuve tanta urgencia de salir antes de casa. No esperé ni para ponerme las zapatillas de correr. Tampoco sé por qué fui por otra ruta. Pero sé que estaba destinada a encontrar a esa beba", cuenta la mujer, que ya es abuela. "Cuando pasamos por la alcantarilla, Georgi empezó a ladrar insistentemente. Creí que era un gato, porque les tiene miedo, pero después escuché el llanto y supe que ahí abajo había un bebe", sigue.
Keevy se desesperó y empezó a buscar ayuda."No sé qué hubiese hecho si este señor (por Viljoen) no frenaba. Muchos autos que pasaron antes -cuenta- no lo hicieron".
Y ese hombre no sólo fue solidario, fue héroe. Hizo palanca con una barra de acero que tenía en el auto, levantó la tapa del sumidero, descendió y encontró a la beba. "Las hormigas rojas me picaban las piernas. La levanté y la acuné en mis brazos como pude", dijo Viljoen a ese medio.
La beba llegó al Hospital Dora Nginzaha con una infección respiratoria grave y tuvo que ser conectada a un respirador artificial. Aún continúa en incubadora, pero ya respira por sus propios medios.
La foto que dio la vuelta al mundo
El hombre, antes de alzarla, sacó la foto de la beba -dice- para luego mostrarle al mundo desde Facebook algo que sus ojos "no podían creer". Ya aliviado por la salud de la nena, el domingo posteó: "Gracias a Dios que ella está mejorando y poniéndose más fuerte". La foto rápidamente recorrió el mundo.
La asistente social Pamela Rubushe está buscando a la madre o a los parientes de la menor. Dijo a ese medio que la beba ya recibió regalos, ropa y mantas por parte de "gente dispuesta a ayudarla y hasta a adoptarla". Pero aclaró que la recién nacida aún no puede ser dada en adopción.
El vocero de salud de Port Elizabeth, Sizwe Kupelo, dijo que están investigando si la beba fue arrojada el martes pasado en esa alcantarilla o si el agua de lluvia la arrastró hasta ahí. Pero, como no hubo fuertes lluvias los dos días previos a este hallazgo, la Policía cree que quien la dejó ahí antes tuvo que levantar la tapa de cemento que cubre el sumidero.
En tanto, Kupelo dijo que, contando este caso, es el cuarto bebé que llega al Hospital Dora Nginzaha tras haber sido abandonado. Uno de ellos, con síndrome de Down.
Tanto Viljoen como Keevy festejan el nombre que las enfermeras le pusieron a la beba: "Grace April". Que en su traducción del inglés sería: Gracia de Abril.
Fuente: Clarín