Kolinda Grabar- Kitarovic no cobrará el salario de los días que estuvo ausente de su cargo. Además, pagó los pasajes de su propio bolsillo.
La presidenta croata se convirtió en una de las figuras de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. Su presencia en las gradas apoyando con fervor a su selección ha sido una de las imágenes constantes en las transmisiones de los partidos de Croacia -excepto en la semifinal contra Inglaterra en la que se ausentó por la cumbre de la OTAN-.
A pesar de ser una hincha más y acompañar por todo el territorio ruso a su seleccionado, la presencia de Grabar-Kitarovic no le ha costado ni un solo centavo al erario público de los croatas: de su propio bolsillo ha costeado tanto boletas, pasajes y hoteles en Rusia. Es más, esta ha renunciado a cobrar el sueldo por los días que ha estado sin ejercer las labores presidenciales.
La primera mujer presidente de los croatas tampoco ha querido usar sus privilegios en los estadios. Ella decidió ver la mayoría de los partidos en la grada con sus compatriotas. “Cuando animo al equipo me gusta hacerlo de una manera que a veces puede ser un poco inapropiada en la zona vip", declaró la mandataria.
Esta únicamente aceptó estar en el palco de celebridades en el encuentro de cuartos de final contra la selección anfitriona y en la final. Sin embargo, nunca dejó de usar la camiseta ajedrezada y la bufanda de su selección.
Otro de los comportamientos que rompió con los protocolos presidenciales acostumbrados en el torneo ocurrió cuando su equipo ganó en la tanda de penales contra Rusia. En esa ocasión Grabar-Kitarovic se unió a la celebración de los jugadores del combinado nacional en los vestuarios.
Definitivamente esta mujer que revolucionó la política de su país también ha dado de que hablar en Rusia 2018.
Fuente: El Tribuno