Tras acudir al trigésimo aniversario del ingreso de la mujer en la Guardia Civil y al XXV aniversario del ingreso de la mujer en la Academia General Militarcomo oficial del cuerpo, la semana de la Reina Letizia más relacionada con el papel de la mujer terminaba este domingo. Su tercer acto de apoyo, en esta ocasión al deporte, fue nada menos que el partido final de la Copa del Mundo de baloncesto femenino. El evento, que ha tenido lugar en el Pabellón de Deportes de Tenerife Santiago Martín, fue presidido por la Reina, que siguió con interés el enfrentamiento entre Bélgica y España.

Además, el partido tenía una relevancia particular al tratarse del evento más importante a nivel internacional femenino del FIBA y se saldó con la victoria para las españolas convirtiéndolas en ganadoras de la medalla de bronce. Para asistir al evento, la esposa del Rey Felipe VI lució un conjunto compuesto por blusa blanca de manga larga y pantalones rojos acampanados.

Independientemente de si la elección del color de su conjunto fue un guiño a los colores del equipo de su país, el rojo es uno de los tonos preferidos y que más favorece a la mujer de Felipe VI. Por otro lado, ella suele guardarlo para las ocasiones especiales, como, por ejemplo, la última vez que lució de rojo, fue en el triple aniversario del Real Sitio de Covadonga. Asimismo, la blusa blanca de Hugo Boss, uno de los básicos imprescindibles de su vestidor, con los botones delanteros abrochados hasta arriba, la Reina dejó un pequeño escote pico y llevó la prenda ligeramente metida dentro del pantalón de cintura alta.

En cuanto a los accesorios, la Reina de España decidió apostar por unos stilettos burdeos, cartera de mano tipo sobre con efecto cocodrilo de Uterqüe y sus inseparables pendientes de diamantes y oro blanco con forma de daga de los guerreros árabes de Gold and Roses. "Tienen espíritu de campeonas. Creo que es otra alegría más para el deporte español" declaró la monarca tras presenciar el resultado.

Por último, para el evento repitió la fórmula de estilo que tan bien le había funcionado cuando compartió el triunfo de la Selección Nacional femenina de fútbol sub-17 al proclamarse campeona de Europa. En aquella ocasión llevó también una blusa blanca sin mangas con un pantalón azul marino de cintura alta. En la 18ª edición del enfrentamiento de baloncesto, la monarca también apostó por un estilismo elegante recurriendo a la blusa blanca, uno de los básicos del armario que encaja en cualquier tipo de look y que, demuestra que gracias al resto de prendas, se convierte en un recurso idóneo para todas las circunstancias.