Empleados en las oficinas de Google en todo el mundo realizaron una ola de paros el 1 de noviembre para protestar por el manejo de la compañía de los casos de acoso sexual.
Los paros, que comenzaron en Asia y se extendieron a través de los continentes, fueron planeados para efectuarse alrededor de las 11:00 en las respectivas zonas horarias. Se esperan protestas durante el día en las oficinas de Google en Estados Unidos.
La reacción fue provocada por un artículo de The New York Times de la semana pasada que reveló que Google había pagado millones de dólares como indemnizaciones por despido a ejecutivos acusados de acoso, al mismo tiempo que se mantuvo callado sobre las transgresiones.
A medida que la mañana transcurrió en diferentes zonas horarias el jueves, empleados de Google abandonaron sus actividades en las oficinas en Singapur; Hyderabad, India; Berlín; Zúrich; Dublín, y Londres.
Una imagen obtenida a través de las redes sociales muestra a empleados de Google reunidos durante un paro en Singapur el 1 de noviembre. CreditVía Reuters
Se compartieron fotografías a través de redes sociales, pero no queda claro cuánto duraron las protestas debido a que muchas de las personas que dejaron de trabajar permanecieron dentro de las instalaciones.
Brenda Salinas, una empleada de Google en Londres, no fue a laborar el jueves debido a una lesión, pero expresó su apoyo al paro.
“He trabajado en Google durante más de un año”, dijo. “La semana pasada fue una de las semanas más duras de mi gestión en Google, pero hoy es el mejor día. Siento como que tengo a miles de colegas en todo el mundo que como yo están comprometidas con crear una cultura en la que cualquiera es tratado con dignidad”.
Asimismo Salinas mencionó que el tema de los trabajadores por honorarios también está incluido en las exigencias de los organizadores de la protesta. “Es un tema del que no se habla en la industria de la tecnología”, dijo.
“Siento como que tengo a miles de colegas en todo el mundo que como yo están comprometidas con crear una cultura en la que cualquiera es tratado con dignidad”.
BRENDA SALINAS, EMPLEADA DE GOOGLE EN LONDRES
Un boletín de prensa de los organizadores indicó que “la estructura de poder que inherentemente menosprecia” a trabajadores temporales, proveedores o contratistas estaba “arraigada en los mismos cimientos de la desigualdad”.
El 31 de octubre, Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, dijo que la administración de la compañía estaba consciente de los paros y que los empleados “tendrían el apoyo que necesitan si desean participar”.
Empleados de Google en Londres participando en una protesta global sobre temas de entorno laboral el 31 de octubre CreditToby Melville/Reuters
“Los empleados han aportado ideas constructivas sobre cómo podemos mejorar nuestras políticas y nuestros procesos”, agregó. “Estamos recibiendo toda su retroalimentación para que podamos convertir estas ideas en acciones”.
Los empleados que organizaron el paro han exhortado a Google a terminar con su uso de arbitraje privado en casos de presuntos ataque y acoso sexuales. También han exigido la publicación de un informe de transparencia en casos de acoso sexual, mayor apertura sobre salarios y compensaciones, la presencia de un representante de los empleados en el consejo de administración y un director de diversidad que pueda hablar directamente con el consejo de administración.
El equipo de administración de Google ha tomado medidas para calmar las preocupaciones de la semana pasada. Pichai y Larry Page, uno de los cofundadores de Google y director ejecutivo de Alphabet —su empresa matriz—, se han disculpado. Pichai posteriormente dijo que su declaración inicial “no fue suficiente” y se disculpó de nuevo.
Google dijo que había despedido a 48 personas por acusaciones de acoso sexual durante los últimos dos años y que ninguno había recibido indemnizaciones por despido. Uno de los ejecutivos de Alphabet que continuó trabajando después de ser acusado de acoso sexual renunció el 30 de octubre y no recibió liquidación, pero esto no ha logrado calmar el descontento.
Las tensiones han aumentado conforme los trabajadores de Silicon Valley rechazan cada vez más las decisiones de sus líderes que ellos sienten causan más daños que beneficios. Pichai ha sido rechazado por desarrollar un motor de búsqueda para China que censura los resultados. Los empleados de Google también han expresado su oposición a los proyectos de inteligencia artificial que la compañía realiza en conjunto con el Pentágono.