El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou informó este jueves que las fronteras uruguayas estarán “básicamente cerradas” durante el verano. “A raíz de informes que hemos tenido, va a ser un verano restringido. Es un decisión difícil para nosotros, pero los elementos son contundentes”, expresó el mandatario.
Lacalle Pou reconoció que, por la decisión, “la pérdida de ingresos va a ser importante”. Pero anticipó la voluntad de “forzar dentro de lo posible, de manera responsable, lo fiscal”.
Las declaraciones tuvieron lugar en el marco de una conferencia de prensa en la Torre Ejecutiva, en la que Lacalle Pou abordó el avance de la pandemia de COVID-19. La cantidad de casos positivos han aumentado durante los últimos días y actualmente registra 444 personas que cursan la enfermedad, cifra récord para el país sudamericano cuyo abordaje de la pandemia ha sido elogiado a nivel global.
Uruguay registró este jueves 38 nuevos casos positivos. Son 23 menos que los 61 del miércoles, la cantidad más alta desde el inicio de la pandemia. Un punto de preocupación para la administración de Lacalle Pou está en la ciudad binacional de Rivera/Livramento que comparte con Brasil, uno de los países más afectados por el COVID-19 a nivel global. De hecho, el presidente informó en la conferencia de prensa que se suspenderán por dos semanas las clases presenciales en la ciudad.
No obstante, tanto Lacalle Pou como el ministro de Salúd Pública, Daniel Salinas, enfatizaron en que la situación está “lejos de estar fuera de control”. “Estamos lejos de decir que se ha perdido el hilo epidemiológico”, expresó Salinas.