Con una nueva fuga masiva de narcocriminales, esta vez de personas calificadas como de altísima peligrosidad, quedó demostrado el poder de la organización narcocriminal Primer Comando Capital brasileño.
La fuga masiva estuvo presidida de una matanza o crímenes urbanos producidos solo horas antes, una clara señal de las intenciones de la organización, de la que se dice tiene 30.000 miembros en las fronteras con Paraguay, Argentina y Bolivia.
La maniobra de los criminales del norte de Brasil puso en alerta a las fuerzas públicas de todo el cono sur.
La fuga
Al menos 26 presos considerados de extrema peligrosidad escaparon ayer de una cárcel del Estado amazónico de Acre (Brasil), fronterizo con Bolivia y Perú, y se investiga si la fuga masiva tiene vinculación a la ocurrida en Paraguay.
La fuga se dio en el Complejo Penitenciario Francisco d'Oliveira Conde, en Río Branco, capital de Acre, luego de un violento fin de semana en la ciudad, con 7 homicidios con mensajes mafiosos.
Los fugados pertenecen al grupo Bonde dos 13, un aliado en el estado de Acre de la máxima organización criminal de Brasil, el Primer Comando de la Capital (PCC), que comandó la fuga de 75 presos en la penitenciaria de Pedro Juan Caballero, en Paraguay, el domingo.
Los presos en régimen cerrado escaparon haciendo agujeros en las paredes y lanzándose con sábanas atadas como cuerdas hacia la parte externa de la cárcel.
"Todas las fuerzas están buscando a los fugados", dijo un comunicado de la Secretaría de Seguridad, que también pidió al gobierno nacional de Jair Bolsonaro informaciones para determinar si las fugas en Paraguay y Acre tienen algún tipo de vinculación con el accionar del PCC.
El PCC es la máxima organización criminal de Brasil que controla gran parte del tráfico de marihuana y cocaína, y el delito desde dentro de las cárceles, donde ha forjado su mayor poderío.
Recapturado
La Policía brasileña capturó ayer en Matto Grosso do Sul a uno de los más de 70 presos que se fugaron de un presidio de Paraguay, mientras la frontera continúa bloqueada por retenes para impedir el ingreso de los prófugos, pertenecientes a la banda brasileña Primer Comando de la Capital (PCC).
El Departamento de Operaciones de Fronteras arrestó a un brasileño de 30 años que cumplía condena por tráfico de drogas en el reclusorio de Pedro Juan Caballero.
De los prófugos, cuarenta son brasileños, miembros del PCC, la organización delictiva más poderosa de Brasil, con actuación en Paraguay, Bolivia y otros países de la región.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública brasileño, Sergio Moro, informó: "Estamos trabajando con las autoridades estaduales para impedir la entrada a Brasil de los criminales que huyeron de Paraguay".
"Estamos a disposición de Paraguay para recapturar a esos criminales", dijo el funcionario. Los internos se escaparon el domingo por un túnel de más de 20 m pero no se descarta que algunos se hayan dado a la fuga la semana pasada por el portón de ingreso al reclusorio.
Salta, en alerta
El Ministerio de Seguridad de Salta puso en marcha el Plan Preventivo Refuerzo de Frontera, tras tomar conocimiento de la masiva fuga de presos de alta peligrosidad de una cárcel ubicada a más de 800 kilómetros de la frontera con Santa Victoria Este, de nuestra provincia.
Al respecto, el ministro de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, indicó ayer que el operativo es realizado por efectivos de distintas unidades especiales, fortaleciendo los controles preventivos y patrullajes activos que se realiza diariamente.
El objetivo es reforzar los controles de frontera, cuya cobertura de seguridad es de competencia nacional. De esta manera, la Policía de Salta trabaja con aplicativos especiales para la identificación de personas. También fortalecieron el patrullaje virtual con cámaras de seguridad de los Centros de Videovigilancia de distintos sectores de la frontera con Bolivia y Paraguay.