El nuevo rascacielos más alto de Japón, la Mori JP Tower, de 330 metros de altura, fue presentado este martes en el corazón de Tokio por la empresa responsable, Mori Building, antes de su inauguración el próximo 24 de noviembre.
“Este proyecto de reurbanización ha llevado más de 30 años. Ahora la ciudad está tomando forma y Tokio va a cambiar drásticamente a partir de aquí”, dijo hoy el presidente y CEO de la empresa, Shingo Tsuji, a los medios durante la presentación del edificio a la prensa.
El nuevo rascacielos, de 64 plantas, fue diseñado por el estudio arquitectónico estadounidense Pelli Clarke and Partners, fundado en 1977 por el famoso arquitecto argentino César Pelli, responsable de las torres Petronas entre innumerables obras que marcaron su época. Actualmente su hijo Rafael es uno de los socios del estudio.
El nuevo edificio tendrá un uso mixto que incluye el alquiler de oficinas, residencias, el Centro de Medicina Preventiva de la Universidad de Keio y una escuela internacional británica (con 740 estudiantes), además de numerosas tiendas y restaurantes.
La torre, que encabeza el proyecto, se enmarca dentro del complejo Azabudai Hills, y va acompañada también de una estructura más baja de líneas curvas a cargo del británico Thomas Heatherwick, conocido por el célebre pebetero de los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, y que inaugura así su primer trabajo arquitectónico en Japón.
Todo el complejo tiene un área de unos 861.700 metros cuadrados e incluye unas 1.400 viviendas, con 3.500 habitantes, unos 20.000 trabajadores y cerca de 30 millones de visitantes al año, en un complejo que han definido como “una ciudad dentro de una ciudad”.
“Una ciudad que va más allá de nuestra imaginación está a punto de ser creada. La esencia de una ciudad es su gente y su conexión con los otros y la naturaleza. Necesitamos construcciones que se asemejen a una plaza”, añadió Tsuji.
Además de comercios y una importante zona verde, el complejo de edificios también dará sede al colectivo de arte interactivo teamLab y su exposición “Borderless”, que cambia así su sede desde Odaiba (la bahía de Tokio) al corazón de la capital a partir de enero de 2024.
A la espera de que se den los toques finales al proyecto antes de su apertura al público en otoño, Mori Building buscaría que este complejo y sus torres contribuyan “al creciente magnetismo de Tokio como una de las grandes ciudades del mundo”.
Según la compañía, el concepto de Azabudai Hills se basa en la idea de “aldea urbana moderna” e incorporará también un gran espacio abierto con una exuberante vegetación, de 220 especies de plantas que cambian con cada estación, con el fin de “acercar a las personas y fomentar la creatividad”.
El edificio más alto del país antes de la finalización del nuevo hito era el Abeno Harukas, de 300 metros, en Osaka, también diseñado por César Pelli y que tiene un uso comercial.
Se espera que la Mori JP Tower sea superado por otro rascacielos, la Torch Tower, en 2027, que se encuentra en construcción actualmente cerca de la estación de Tokio por parte de Mitsubishi Estate y que tendrá una altura de 390 metros.
Japón tiene unos 300 rascacielos que superan los 150 metros de altura, aunque estos son relativamente más pequeños que los de otros países asiáticos por las restricciones legales de altura y la necesidad de hacerlos resistentes a posibles terremotos.
La estructura más alta de Japón es la torre de radiodifusión Tokyo Skytree, construida en Sumida (al este de Tokio) y con una altura de 634 metros, seguida por la Torre de Tokio, también de telecomunicaciones y que mide 333 metros.