La Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel) ordenó el cierre del programa Gente de palabra,emitido hasta el pasado martes por la cadena privada Unión Radio, que desde la celebración de las elecciones presidenciales del 20 mayo mantuvo una postura crítica con la transparencia de esos comicios. El espacio de información y entrevistas, copresentado por el periodista Alonso Moleiro, colaborador de EL PAÍS en Caracas, junto a Esteninf Olivares, fue cancelado tras un requerimiento dirigido por el ente estatal de control de las comunicaciones a los dueños de la emisora.
"A Conatel le molestó que yo haya dicho que en este país no se hicieron unas elecciones limpias, decentes y justas, y que la sociedad democrática debería pedir que se repitan, que se hagan, unas verdaderas elecciones presidenciales. Como las de antes", manifestó Moleiro, quien asegura que continuará trabajando en el país. El Gobierno de Nicolás Maduro pretende controlar las opiniones vertidas en los medios de comunicación y es habitual que redoble las presiones ante las críticas imponiendo su censura.
Justo antes del cierre, Gente de palabra trató de concertar una entrevista con Henri Falcón, el único candidato opositor de peso que concurrió a las últimas presidenciales, según explicó él mismo en Twitter. "No saldrá al aire por otra medida arbitraria del Gobierno, que sigue obstaculizando el derecho a la información", señaló. Un informe del Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela denunció las coacciones del Ejecutivo: en 2017 Conatel interrumpió la transmisión de 40 emisoras y que, un año después, la mitad mantiene sus antenas apagadas.
Las elecciones del pasado 20 de mayo, que supusieron una victoria de Maduro con una abstención sin precedentes, fueron cuestionadas por la mayoría de las fuerzas de la oposición, que se negaron a participar por las trabas impuestas por el oficialismo y la falta de garantías democráticas. La práctica totalidad de la comunidad internacional tampoco reconoció el resultado al considerar que no se dieron las condiciones básicas de transparencia y observación durante la jornada electoral, que estuvo rodeada de acusaciones de fraude.