A poco más de un mes, el crimen de Susana Palomo sigue siendo materia de investigación por parte del personal de CIF de Salta. Ocurre que el asesinato de la docente formoseña se mantiene envuelto en un manto de dudas, aunque, trascendió, sería parte de una venganza perpetrada por un menor de 15 años. 

Al ser detenido por el crimen, el principal sospechoso, quien residía a dos calles de la vivienda de la víctima, habría reconocido el crimen de manera informal ante un policía que lo trasladó junto a su madre desde su casa a las oficinas de la División de Homicidio.

En su confesión, la que luego no quiso dar de manera oficial ante la fiscal, el menor habría dicho que mató a Palomo porque estaba muy enojado, pero no con la víctima sino con su madre, con quien tenía muchos "quilombos", aunque no habría expresado cuáles.

Tras supuestamente erelatar fríamente como la mató habría dicho que no podía decir más nada, pues en el hecho habrían participado cuatro sujetos mayores, los que iban a matarlo si hablaba, excusa que habría utilizado para llamarse al silencio, del que hasta el momento no salió. Pese a ello, comenzaron a aparecer evidencias de que el adolescente, en realidad, habría anunciado con anterioridad y a su grupo de amigos que habría estado dispuesto a robar una camioneta.