Con 67 años, Máximo Padilla está jubilado como empleado de la misma obra social y quien pudo acceder a un letrado por ayuda del Club Gimnasia y Tiro, en donde Padilla fue jugador de fútbol.
Fueron los hijos del afiliado afectado por la enfermedad quienes decidieron hacer la denuncia tras ver a su padre peregrinar hasta Buenos Aires para que una auditoría de la casa central de la obra social le permita acceder al medicamento Enzalutamida 40 mg. Cápsulas blandas ×120.
Según indicaron, durante el tratamiento, al menos dos profesionales que atendieron a Padilla en la provincia (uno de la parte privada y otro prestador de la obra social), coincidieron en que la droga recetada era la indicada para poder continuar con el tratamiento del paciente.
Trabajó en OSECAC 30 años
El hijo de Padilla, quien también se llama Máximo, junto a sus hermanas decidió dar a conocer la situación de su padre, quien se encuentra con cáncer con metástasis ósea.
Máximo hijo sostuvo que su padre no quería originalmente generar problemas dado que trabajó en OSECAC por 30 años y allí, dijo, pudo ser parte de esa familia laboral que al día de hoy, en Salta, sigue haciendo todo lo posible por agilizar los trámites.
Pero el problema radica en las decisiones de la casa central de la obra social que desde el momento que solicitó el medicamento se negó con diversas excusas a otorgarlo.
En una primera instancia le dijeron que debía someterse a un tratamiento de quimioterapia el cual duró al menos seis meses. Si bien el cáncer se encapsuló, ya había hecho metástasis en la parte ósea.
Ante ello es que los médicos tratantes insistieron con el pedido del medicamento ante la obra social. Fue entonces que nuevamente Máximo padre, así como estaba, enfermo, junto a su esposa tuvieron que viajar a Buenos Aires para poder hacer las gestiones correspondientes con el fin de lograr que la medicación sea entregada.
Nuevamente la obra social negó la entrega y como alternativa le propuso un medicamento por tres meses para ver de allí en más cómo evolucionaba su salud.
Papá como "conejito de Indias"
“A mi papá lo quieren como conejito de indias”, dijo Máximo (hijo) ,al indicar que según averiguaciones que pudo realizar, tanto el PAMI como otras obras sociales que atienden a jubilados le dijeron que esa medicación no se suele negar, y se la cubre totalmente con los tratamientos oncológicos.
Mientras pasa el tiempo y ante los diversos vaivenes que presentó la situación, hace 60 días que Padilla está sin medicación dado que se le terminó la anterior. Sucede que ese remedio, dijo el hijo, ya no hace más efecto a su salud.
Por esto los hijos están preocupados por cómo estas demoras que se vienen generando aportan al deterioro de la salud de su padre, por lo que decidieron hacer pública la situación y realizar las presentaciones legales pertinentes para lograr una inmediata solución.