De acuerdo a un informe de Fiscales Penales, su nombre completo es Cesar Enrique Vilte, un narco que llegó de General Güemes, donde aún tiene una casa en barrio Los Olivos en la que reside un familiar. Cayó en un procedimiento de drogas hace unos años, hecho por el cual le hicieron una causa por tenencias simple de estupefacientes.
El 17 de julio pasado, en el marco de una serie de procedimientos, Vilte cayó detenido en un control de ruta en Río Las Pavas, cuando se dirigía a esta ciudad en un automóvil VW Gol color blanco; rodado que según se sospecha, compró y puso a nombre de su novia Glenda Priscila Cejas, una joven oriunda de Tucumán que también era parte de la organización.
El día que lo detuvieron, Vilte viajaba con Cejas. La detención no fue casual, sino programada de antemano por la investigación de la Unidad Fiscal de Narcocriminalidad, a cargo del fiscal, Santiago López Soto, quien brindó detalles de este caso en una reciente conferencia de prensa junto al comisario Eduardo Sánchez Rosado, jefe del grupo de policías asignados en esta unidad.
Vilte era investigado a partir de una serie de pesquisas que se iniciaron como consecuencia de información que llegó a través del sistema de denuncias web del Gobierno de la Provincia. Se trata de la denuncia 2.558, mediante la cual una persona anónima dio datos respecto a un tal “Juancito”, quien vendía droga en la etapa 6 de barrio Limache.
Al comenzaron con la investigación, los policías pudieron establecer que efectivamente el sujeto identificado como Juan José Aragón, se dedicaba a la venta de envoltorios de pasta base, droga que a su vez adquiría de otro sujeto, intermediario con Vilte.
Aragón y su novia, Verónica Cecilia Figueroa, realizaban la venta directa de la droga, la que recibían y fraccionaban. Según surge del decreto de imputación penal iniciado en contra de Vilte y el resto de esta organización, el intermediario era Alberto Omar Rodríguez, quien residía en barrio 20 de Junio.
El 17 de Julio, cuando Vilte y Cejas fueron detenidos, casualmente llevaban una carga de más de 8 kilos de cocaína, la cual iba a terminar en manos de Rodríguez, quien tenía ya previsto distribuir esa mercancía entre Aragón y otros dos vendedores directos.
Los otros implicados fueron identificados como Carlos Javier García y Rodolfo Ruiz, detenidos en sus respectivas viviendas en Villa Lavalle y barrio Santa Cecilia, donde la policía secuestro droga, elementos para el fraccionamiento de la sustancia, dinero y teléfonos celulares.
Una vida de lujos
La droga que le fue secuestrada a Vilte y Cejas, según se estima, le costó al narco un poco más de un millón de pesos, y esperaba triplicar ese monto a partir de la organización que había montado con Rodríguez como intermediario y Aragón, Ruiz y García como vendedores directo de la pasta base.
El circuito quedó probado para la Fiscalía, tanto el de la distribución de la droga como el retorno del dinero hasta Vilte, quien hacía gala de esos dividendos con mucha ostentación. Prueba de ello es el chalet en el que residía con su novia.
Ubicada en la calle Arturo Escudero al 100 de Cerrillos, la propiedad de 20 por 80 metros, tenía en el frente tres vehículos: un automóvil Toyota Corolla, una camioneta Ford, doble cabina y el VW Gol en el que fueron detenidos cuando llevaban los 8 kilos de cocaína. Además, tenían en su poder una suma de más de 100 mil pesos.
Al allanar esta vivienda, la que en el fondo tiene una cancha de fútbol 5, se encontraron dos perros raza Bulldog Inglés, cuyo valor supera los 30 mil pesos; la habitación principal tenía un baño con jacuzzi, guardarropas en cada dormitorio, salas provistas de electrodomésticos de primera calidad y artículos electrónicos, entre otros lujos.
A partir de estas pruebas y otras reunidas a lo largo de la investigación, el fiscal imputó a Vilte, Cejas, Rodríguez, Aragón, Figueroa, García y Ruiz los delitos de “comercialización de estupefacientes agravada por la participación de más de tres personas en forma.
Fuente: Informate Salta