SALTA (Redacción) — Inicia el juicio en contra de cinco médicos imputados por la muerte de un niño de siete años que no habría recibido las atenciones necesarias en el hospital Materno Infantil de la ciudad de Salta.  

Luciano Abraham Gastón Martínez se accidentó en el patio de la escuela 4596Martín Miguel de Güemes ubicada en el paraje de Isonza. Según consta en la investigación, la tarde del 28 de junio de 2012 se enredó en los cordones de sus zapatillas y antes de caer al suelo golpeó su cabeza con la de una compañera.  El menor recibió las primeras asistencias de parte de una maestra y dos ordenanzas. Estaba grave. No podía incorporarse y fue llevado al puesto sanitaria de Isonza. Allí fue asistido por una enferma pero por la gravedad de la herida fue derivado al hospital de Cachi.

Fue atendido por el médico Alfredo Belmont quien le diagnosticó un traumatismo de cráneo temporal izquierdo y pidió el traslado del niño a la capital salteña para recibir una atención más compleja. Luciano fue trasladado en ambulancia y en pleno viaje a Salta tuvo varios episodios de vómitos, somnolencia y trastorno leve de equilibrio.  

Un día después de su accidente, el 29 de junio de 2012, fue atendido por el profesional Alberto Aleman, en el hospital Materno, quien dispuso dejarlo internado en observación. Sin embargo, en la investigación judicial consta que la enfermera interviniente había advertido que la sala donde estaba internado Martínez no era apropiada para el caso y no había médico de guardia.  

El expediente da cuenta que los cinco imputados por la muerte del niño tuvieron participación. Una pericia médica reveló que los peritos consideraron que la actuación médica fue con clara relación causal en el desenlace fatal del niño por la postergación de la cirugía ya que el diagnóstico de la víctima era complejo.

Le habían diagnosticado hematoma epidural. En el pedido de elevación a juicio consta que la investigación surgió a partir de la mala praxis médica producida por una serie de omisiones, negligencias y retrasos por parte de los médicos que atendieron a Martínez en el hospital Materno Infantil reduciendo sus posibilidades de vida.