Estremecedor. El audio al que El Tribuno pudo acceder deja en evidencia la absoluta inacción que expusieron en el caso Rosa Sulca, la mujer de 48 años ferozmente apuñalada en su casa de Villa Mitre. "Por favor, ayuda 911 me están matando", dice la víctima previo al homicidio (escuchar audio en la web).
Rosa del Milagro Sulca fue ultimada de 17 puñalada el martes 28 de abril en el interior de su casa. Según fuentes del Ministerio Público Fiscal, cerca de las 2.37 la víctima llamó al 911 clamando por su vida. "Por favor, ayuda 911 me están matando", señala, mientras un efectivo le pregunta por el domicilio. "Amalia Aybar 1480, apúrese por favor, Villa Mitre", responde.
Tras dejar la dirección y solicitar ayuda, se escucha un desgarrador grito de la maestra. Segundos después irrumpe la voz de una joven: "Hola, disculpe es mi tía, ella toma pastillas", dice la presunta asesina mientras de fondo se escuchan los gritos de la víctima.
En el medio de una cadena de yerros que derivaron nada menos que en el monstruoso asesinato de Sulca, quizás se naturalizó una situación de suma gravedad dado que la víctima, según fuentes cercanas a la investigación, había denunciado en varias oportunidades por temor a recibir algún tipo de represalia que atentara contra su vida. Sin embargo, el audio es elocuente, representa el horror perpetrado contra la docente de Villa Mitre.
A raíz de ese audio y una serie de circunstancias que los pesquisas fueron colectando en la investigación, ayer los fiscales Verónica Simesen de Bielke y Pablo Rivero imputaron al jefe del Centro de Coordinación Operativa (CCO), el comisario mayor Fabián Tolaba por entender que incurrió en los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte en concurso real.
Los investigadores consideraron que Tolaba no prestó la colaboración necesaria frente a un hecho de extrema gravedad. El fiscal 3 del GAP, Gustavo Torres Rubelt, le había solicitado brindara el audio del llamado de auxilio de la víctima para poder identificar a los autores del homicidio.
Ante el suceso de sangre la Unidad Especial imputó a los policías Antonio Exequiel Sanhueso y Juan Carlos Vizgarra, acusados de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte, ambos en calidad de autores. Los fiscales observan que los efectivos incumplieron con su obligación de salvaguardar la vida de una persona.
Esa noche, después de recibir el llamado de la víctima los policías llegaron hasta la puerta de su casa y se terminaron retirando al no recibir ninguna respuesta omitiendo cumplir de manera deliberada la función que tenían asignada.
Cadena de responsabilidades
Hasta el momento están imputados los presuntos asesinos de la docente Rosa Sulca: una joven de 17 años, quien le habría quitado el teléfono a la víctima cuando ésta trataba de pedir auxilio, y un joven de 19 que se encontraba con ella la madrugada del martes 28. También fueron imputados los policías que llegaron hasta la escena del crimen y se fueron, el jefe del CCO, y separaron del cargo a los jefes de la Comisaría 4ta e investigan el accionar de los encargados del Sector 4. Además, se sospecha que la cadena de responsabilidades tendría a más actores en la mira de la Justicia salteña.