René Alfaro Vargas, de 90 años, denunció que un familiar lo estafó y se apropió de su casa y un terreno.
Según consta en la denuncia, la acusada, una sobrina, le habría dicho a Vargas que tenía que firmar un papel para poder cobrar su jubilación y la pensión por discapacidad mental de uno de sus tres hijos.
"Mi sobrina trajo a una escribana a mi casa. Yo no manejo plata y tengo un sobrino que es el único que me da la comida, viene y me asiste con todo lo que necesito. Esta sobrina solo me trae azúcar, yerba, una gaseosa de vez en cuando. En ningún momento me dijo que yo había donado mi casa. Por mi sobrino, me enteré que ya no soy dueño del terreno en Villa Estela ni la casa donde vivo", expresó el damnificado en su denuncia.
El terreno en cuestión mide 20x30 metros y está ubicado en Villa Estela, más precisamente en la calle Vicario Simón Díaz Zambrano esquina Uriburu, mientras que la vivienda queda en el pasaje Avelino Figueroa 254, en el macrocentro. Allí vive Alfaro Vargas junto con su hijo de 57 años, quien padece discapacidad mental, y su hermana, una adulta mayor, madre de la acusada.
"Tampoco cobro dinero por mi jubilación y pensión por discapacidad. Yo guardaba mi DNI en un bolso y cuando la escribana fue a mi casa para hacer el supuesto trámite de la jubilación, yo lo saqué del bolso y nunca más lo encontré. Por eso pido que la Justicia investigue", manifestó Vargas en la demanda penal.
"Pido que se adopten las medidas legales pertinentes porque mis hijos no pueden quedar sin vivienda", finaliza la presentación, que fue radicada en la Oficina de Orientación y denuncias de Ciudad Judicial.
El denunciante adjuntó fotocopias de cédulas parcelarias en las que consta que los inmuebles eran de su propiedad y fueron donados a su sobrina con usufructo vitalicio a favor de él.
Intervino en primera instancia en el caso caratulado como supuesta estafa y circunvención de incapaces, la Fiscalía Penal 6 y actualmente la Fiscalía de Delitos Económicos Complejos.
En la denuncia Vargas cita como testigo a Armando Francisco Isa, de 67 años quien es amigo de su sobrino. En diálogo con El Tribuno, Isa aseguró: "La sobrina llevó una escribana a la casa de él y le hizo firmar la donación de la casa y el terreno de los cuales él era titular. Ella le dijo que la firma era una autorización para cobrar la jubilación y la pensión del hijo discapacitado que vive con él. El abuelo tiene además otros dos hijos con discapacidad: una mujer que vive con su esposo y sus hijos y otro hombre que vive con su madre. Confiando en la sobrina, el abuelo firmó y después se dio cuenta de que le retuvieron el DNI. Ahora no lo tiene. Firmó una donación de las propiedades, cuando eso no es posible porque los tres hijos quedarán sin techo".
René Alfaro Vargas puede caminar con bastón pero necesita una silla de ruedas.
"Don Vargas debe pesar unos 40 kilos. Vive en condiciones precarias. Yo pedí prestada una silla de ruedas y el 15 de enero lo llevé a la Ciudad Judicial porque él quería declarar en la Fiscalía que no donó nada ya que todo será para sus hijos", recalcó Isa.
"Hoy (por ayer) fui a visitarlo a su casa. La sobrina me abrió la puerta. Antes, cuando intenté verlo otras veces, no me habían dejado pasar. Ella había limpiado. Le estaba cocinando. Tras la denuncia cambió su actitud con relación a la atención hacia él, pero sigue siendo su apoderada, quien cobra sus haberes", relató. "El lunes pasado hablé con el secretario de la Fiscalía de Delitos Económicos. Me informó que solamente investigan el delito de la estafa no la situación socioambiental en la que está el abuelo. Para eso tenemos que poner un abogado. Yo soy jubilado. No tengo dinero para pagarlo. Fui al Colegio de Abogados y me recomendaron que haga una denuncia por abandono de persona en la oficina de Violencia Familiar. Así que mañana (por hoy) la haré. Es importante que vaya un médico y lo revise porque, dada la situación en la que está, se puede enfermar", anticipó.
"Debe hacerse cargo de él otro familiar, como el sobrino que lo ayuda siempre y el Estado debe controlar", finalizó.
“Nada para decir”
El Tribuno intentó contactar a René Alfaro Vargas en su casa. Desde el otro lado del portón de la vivienda del pasaje Avelino Figueroa, una mujer aseveró: “Ahora él esta almorzando. Soy la mujer a la que calumniaron. No tengo nada para decir. Averigüen, investiguen, pregunten a los vecinos quién y cómo soy. Esto está en manos de abogados. Las pruebas serán las que hablarán”.
La denuncia está caratulada como supuesta estafa y circunvención de incapaces (artículo 174 del Código Penal). El delito supone abusar de las necesidades, pasiones o inexperiencia de un menor o de un incapaz, declarado o no tal, para hacerle firmar un documento que importe cualquier efecto jurídico, en daño de él o de otro, aun cuando el acto sea civilmente nulo.
Fuente: El Tribuno Salta