Luciano volvía de trabajar toda la noche. Eran las 11 de la mañana del lunes cuando llegando a su casa quedó en medio de una disputa entre la Policía y una patota. Le pegaron varios tiros de bala de goma. En el cuerpo y en la cabeza. Algunos le impactaron en los ojos. Ya perdió la vista de un ojo y podría perder el otro. Su familia desesperada asegura que nadie del Gobierno lo llamó, ni siquiera lo ayudaron con los medicamentos.
"Lo podrían haber matado, siento mucha impotencia", relató ayer su mamá en Emiliano Te Escucha programa que se emite por Canal 10.
"Cuando lo llevaron de urgencia al hospital Papa Francisco fue golpeado por dos efectivos cuando estaba en la camilla. Enfermeros tuvieron que intervenir", informaron los familiares del chico.
La familia de Luciano es humilde. Además del espantoso momento que están viviendo nadie los ayudó con nada. La familia tuvo que pagar la tomografía y los costosos medicamentos que necesita hoy el muchacho. Tampoco cuenta con contención psicológica.
La Policía todavía no informó que sucedió con los uniformados responsables del hecho.