En este video Informatesalta te muestra de manera exclusiva como una de estas aeronaves, similar a la que aterrizó en Salta el 27 de enero pasado, logra despegar de una pista clandestina cuando un helicóptero de una fuerza de seguridad llegaba para interceptarla.
El jet surca casi sin inconvenientes los vaivenes de una pista de tierra secundada a ambos laterales por filas de árboles que fueron talados para que la nave tenga el espacio suficiente, tanto para aterrizar como para volver a despegar ya cargado con droga.
Estas modernas y complejas aeronaves hicieron su aparición en el tráfico de droga desde hace ya unos años, aunque se dudaba respecto a si realmente podían operar en pistas clandestinas, pues se trata de naves que requieren otras exigencias a la hora de operar.
Obviamente, mucho tiene que ver en esto la experiencia y capacidad de los pilotos, los que también pasaron a ocupar un lugar muy importante en la escala de operadores del narcotráfico, como así también sus servicios en la cadena de costos.
Según los precios de mercado internacional, un jet Gulfstream GLF 3, como el que aterrizó en el aeropuerto internacional de esta ciudad, el 27 de enero pasado, para despegar al día siguiente, luego de cargar poco más de 13 mil litros de combustible, tiene un costo aproximado de 32 millones de dólares.
Este enorme costo, sin embargo, se ve compensado en las ventajas que ofrece una aeronave como esta, pues del vamos los jets pueden transportar el triple de lo que una lleva una avioneta, cuyo peso máximo alcanza la media tonelada.
Pieza clave, los pilotos
Los pilotos, sin dudas, son una pieza clave para el uso efectivo de estas aeronaves en el tráfico de drogas. Y en esto, los carteles de la droga no son propensos a experimentos caseros y por ello acuden a aviadores profesionales, por lo general pilotos de líneas nacionales o privadas.
Este detalles se puede apreciar claramente en el caso del narcojet, pues los dos pilotos detenidos en el estado mexicano de Quintana Roo, con una tonelada de cocaína, eran casualmente, experimentados aviadores y realizaron una larga carrera, tanto en líneas estatales como privadas.
Sobre Aldo López Matienzo, uno de los implicados, la aerolínea estatal de Bolivia (BoA) informó oficialmente que el piloto si bien pertenece a esa empresa.
Respecto a Miguel Ángel Blásquez Vallejos, el otro implicado, la línea aérea privada Amaszonas aseguró mediante un comunicado oficial que el mismo no se encontraba ejerciendo funciones cuando cometió el ilícito, y que fue suspendido debido a su participación en esta maniobra delictiva.