Durante el fin de semana, y tras una minuciosa investigación se concretaron en Salta, una serie procedimientos y allanamientos en distintos domicilios, tanto del centro como de zona este, en relación a la trata de persona y la explotación sexual.
El fiscal Ricardo Toranzos, del Área de Casos Complejos, destacó el trabajo en equipo de las fuerzas intervinientes, el uso de medios tecnológicos y el marco sanitario con el que se operó.
Durante los procedimientos se concretó la detención de dos mujeres, una de ellas sindicada como la líder de la organización dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual.
Pero lo más importante fue que se pudo rescatar y asistir a siete jóvenes. Además se secuestraron 19 teléfonos celulares, dos dispositivos de cobro electrónico, lencería erótica y la suma de 90 mil pesos, entre otras pruebas recolectadas.
Procedimientos
Los procedimientos, allanamientos de viviendas sindicadas como lugares donde las jóvenes eran explotadas sexualmente, se realizaron de manera simultánea y estuvieron a cargo de efectivos de la Unidad de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales, de la Gendarmería Nacional y de la División Trata de Personas de la Policía de Salta.
Coordinados por el Área de Casos Complejos, de la Unidad Fiscal Salta, y a partir de las órdenes de allanamiento del juez federal de Garantías, Miguel Medina, las fuerzas intervinientes allanaron siete domicilios.
A pasos de la plaza 9 de Julio
Los allanamientos, al menos dos de ellos se concretaron en 3 domicilios a pocas cuadras de la Plaza 9 de Julio, desde donde se rescataron a las 7 víctimas, se detuvo a una mujer sindicada como la líder de la organización y a un cliente.
Además, se detuvo a una cómplice en un domicilio la zona este de la ciudad. La misma, según lo investigado, tendría la función de “captadora”. En su poder, se secuestró un teléfono celular, dinero en efectivo y lencería erótica.
Respecto al resto de los domicilios allanados, se informó que en algunos de ellos se secuestraron elementos probatorios, consistentes en teléfonos celulares, lencería, fotografías y otras pruebas, mientras que en otros los propietarios indicaron que los inquilinos se marcharon, o bien, ellos mismos le pidieron cesar la locación debido a quejas de los vecinos.
Cumplimiento de las medidas sanitarias
Al referirse al resultado de los procedimientos y la investigación en curso, el fiscal Ricardo Toranzos, del Área de Casos Complejos resaltó el trabajo en equipo realizado por las fuerzas de seguridad intervinientes.
También se refirió a la utilización de herramientas especiales al momento de llevar adelante las pesquisas, entre ellas el seguimiento virtual por redes sociales y la figura procesal del “agente revelador”, en la génesis de la investigación del caso.
Señaló que el éxito de los procedimientos no sólo se vio reflejado en las detenciones y elementos de pruebas obtenidos, sino también en el cumplimiento de las medidas sanitarias dispuestas en el marco de la pandemia, las que estuvieron presentes en todo momento durante el amplio despliegue operativo.
Sostuvo que, tanto en el caso de las víctimas como las detenidas se aplicaron todos los protocolos de seguridad sanitarias, como así también se tomaron las medidas del caso para contener y asistir a las jóvenes rescatadas en los procedimientos.
Pruebas y posible condena
Respecto al caso, el Fiscal Toranzos explicó que el delito de “trata de personas” se encuentra claramente establecido en el artículo 145 bis del Código Penal, el cual prevé una escala penal de 4 a 8 años de prisión para aquel que “ofreciere, captare, trasladare, recibiere o acogiere personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países, aunque mediare el consentimiento de la víctima”.
Indicó que los elementos de pruebas reunidos, previo a los allanamientos y de manera posterior, llevan a la fiscalía a avanzar sobre la hipótesis de una organización dedicada a dicho delito, lo que surge de algunos de los elementos secuestrados, como la lencería, la cual era utilizada para la toma de fotografías, imágenes que luego eran usadas para la captación de clientes.
Entre otros indicadores, mencionó el secuestro de dos dispositivos de cobro electrónico, el dinero secuestrado y demás documentación, la cual ahora será motivo de estudio y análisis por parte de la fiscalía.
