Después de 6 años, finalmente hoy al mediodía se inicia el juicio al cura Agustín Rosa Torino, acusado de abuso sexual gravemente ultrajante por la duración en dos casos y abuso sexual simple en uno, todo con el agravante de haber sido ministro de un culto reconocido. El sacerdote fue denunciado por dos ex novicios y una ex monja del instituto que él fundó y dirigía.
Es uno de los pocos casos en Salta contra curas que llegan a la justicia, y esto se logró por la lucha constante de las víctimas y de organizaciones sociales que no dejaron de pedir justicia en ningún momento.
“Es muy importante el inicio del juicio porque hasta ahora lo que prima en Salta es la impunidad en los casos de los curas abusadores. Que en este juicio se llegue a una condena a Rosa Torino tiene un significado muy importante, sobretodo político. En los lugares donde lograron avanzar estas causas es porque las víctimas han luchado mucho”, comentó a Radio Pacífico Gabriela Cerrano, referente del Partido Obrero y quien viene luchando con las organizaciones para lograr justicia.
El Papa Francisco impulsó la iniciativa de realizar un “juicio canónico” a los curas que estén acusados de delitos, pero según comentan son juicios que no sirven para una condena real. “Ellos reúnen las pruebas, algo que es muy doloroso para las víctimas porque la prueba de ese delito es su propio cuerpo. Después a las pruebas las mandan al Vaticano y no presentan nada en la justicia. La Iglesia jamás denunció realmente a uno de los suyos. Creo que esto que impulsó el Papa no es para ayudar a las víctimas, es para darles impunidad a los curas”, manifestó Gabriela.
Víctimas y organizaciones esperan que este juicio llegue a una condena justa y sea un ejemplo para los demás casos que hoy están sin resolver. Pero también, buscan que se le dé una condena efectiva, sin prisión domiciliaria.
Por otro lado, en Salta también está el caso del cura Gustavo Zanchetta, quien está acusado de abuso sexual y también de delitos económicos. Pero, fue nombrado en un alto cargo del Vaticano cuando ya pesaban sobre él las acusaciones. “Esta gente tiene que ser condenada, roban ya demás abusan de nuestros chicos. Estos tipos abusan de chicos que son católicos, cercanos a ellos. Sufren mucho, no solo porque pasaron un abuso, sino también porque son heridos en su fe”, aseguró Cerrano.
Según se sabe, hay más de 28 víctimas de Rosa Torino, pero fueron 3 quienes denunciaron a la justicia ordinaria y otros denunciaron por la vía interna de la Iglesia. “Vamos a ver si la justicia salteña está a la altura de dar una respuesta. Esto es una lucha muy difícil porque lo que hay que hacer acá es separar a la Iglesia del Estado para tener una justicia independiente. Es crucial la lucha de los ciudadanos porque esto no avanza por sí mismo”, manifestó.