Dos días atrás conocíamos que la justicia salteña falló a favor de la prescripción del caso del ex cura Emilio Lamas, acusado por abuso sexual y corrupción de menores. Los jueces de la Corte que votaron a favor de la prescripción fueron su presidente, Guillermo Alberto Catalano, y Sergio Fabián Vittar y las juezas Sandra Bonari, María Alejandra Gauffin y Teresa Ovejero Cornejo. Mientras que los votos minoritarios en contra fueron de la jueza Adriana Rodríguez Faraldo y los jueces Ernesto R. Samsón, Horacio José Aguilar y Pablo López Viñals.
En tanto, los denunciantes Juan Carlos García y Carla Morales Ríos manifestaron que recurrirán al máximo tribunal del país para que el ex cura sea juzgado. Dos días después de esto, se informó que la Sala II del Tribunal de Juicio de Orán dispuso prorrogar el juicio contra el ex obispo de Orán, Gustavo Oscar Zanchetta, quien está imputado por abuso sexual simple continuado y agravado al ser cometido por un ministro de culto reconocido en perjuicio de dos víctimas. El motivo para prorrogar el juicio es que no llegaron a tiempo unos papeles del Vaticano que iban a ser utilizados como prueba tanto por la defensa como por la fiscalía.
“Me parece que es una manera para estirar el tiempo. Los juicios canónicos son una instancia privada, no son pruebas para la justicia, las pruebas que tiene la justicia son las que genera la querella con la investigación. En el caso de Lamas no entregaron nada del juicio canónico”, sostuvo la pre candidata a diputada nacional, Gabriela Cerrano, en Radio Pacífico.
Lo que argumenta Cerrano es que muchas veces en los juicios canónicos las víctimas entregan pruebas que después se las quedan los curas o el Vaticano. “Tenemos un problema muy serio en Argentina que no quieren ver. Nadie puede investigar un delito, reunir pruebas y quedárselas, nadie puede tomarse esa potestad, solamente la iglesia”, dijo.
Por otro lado, aseguró que la Corte de la Nación revertirá la decisión de la Corte de Justicia de Salta porque “tomaron una mala decisión, una decisión política”. Además, sostuvo que la iglesia “maneja la justicia salteña”.
Una vez más, se planteó la separación de la Iglesia y el Estado, algo por lo que desde un sector de Argentina vienen luchando hace tiempo.