Finalmente el cuarto testigo detenido durante el juicio por el crimen de Cintia Fernández, ocurrido el tres de mayo de 2011 en el barrio Parque la Vega, fue imputado por falso testimonio. Se trata de Calixto Mamaní, un ex policía que se desempeñaba en la División de Trata de Personas y era compañero de Mario Condorí, el único imputado en la causa.
Durante su testimonio en la Sala de Grandes Juicios el hombre dijo haber participado de tareas investigativas y periciales bajo las órdenes de un oficial de la División de Trata de Personas en el departamento de la víctima.
En ese momento, el fiscal Ramiro Ramos Ossorio empapado del expediente, pidió que se revisen las actas de esas medidas para ver si efectivamente estaba su firma como partícipe. Aceptada su solicitud se procedió a revisar las actas y su firma no estaba.
Entonces, Calixto quedó en evidencia y fue detenido rápidamente acusado de falso testimonio, teniendo en cuenta que inventó haber estado en un lugar y participado de acciones cuando no hay ningún registro que así lo acredite.