El imputado fue denunciado por su expareja. La mujer contó que había tenido una relación con Suárez, con quien tiene un hijo en común. Sobre el hecho puntual refirió que el imputado la interceptó en la vía pública cuando ella se encontraba con el niño y pretendió llevárselo. Dijo que Suárez se encontraba en estado de ebriedad y, ante su resistencia, le aplicó un golpe de puño en la nariz, lesionándola.
El juez Ángel Amadeo Longarte, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, dispuso el levantamiento de la declaración de rebeldía y la libertad del condenado. Para conservar la prisión en suspenso, le ordenó cumplir las siguientes reglas de conducta durante dos años: fijar residencia, comunicar cualquier cambio y someterse al cuidado del patronato; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar del alcohol; asistir a la escolaridad primaria.
También ordenó que se le realice al condenado un examen genético (ADN) para su incorporación al Banco de Datos Genéticos, previa asignación del DUIG por el Registro provincial de condenados vinculados a delitos contra las personas y contra la integridad sexual.