El Tribunal Superior de Fresno, en California, condenó a 1.503 años de prisión a René López por la reiterada violación durante cuatro años de su hija adolescente, hasta 2013.

El juez Edward Sarkisian Jr. accedió a la petición de pena de la fiscal, Nicole Galstan, y reprochó en la sentencia a López de que haya abusado de su posición de confianza, su conducta violenta y ser "un grave peligro para la sociedad". Sarkisian señaló que López no mostró arrepentimiento en ningún momento, ya que el hombre culpaba a su hija de su conducta.

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La hija, que ahora tiene 23 años, testificó durante el juicio. "Mi padre abusó de mí. Era joven. No tenía poder ni voz. Estaba indefensa", dijo, y aseguró que su padre en ningún momento reconoció el dolor que le provocaba. En septiembre el jurado declaró culpable a López de un total de 186 cargos por violación de una menor.

La fiscal del caso explicó que la joven fue víctima de abusos por parte de un amigo de la familia, pero el padre, en lugar de protegerla, "eligió convertirla en un objeto de su propiedad y para satisfacer sus necesidades sexuales".

Incluso quedó embarazada de su padre y éste le pagó los gastos del aborto. La joven fue violada entre dos y tres veces por semana entre mayo de 2009 y mayo de 2013, cuando finalmente la víctima tuvo el valor necesario para marcharse de casa.

Después, el padre la visitaba en su nueva casa y le dejaba canciones de amor en el contestador hasta que fue detenido en noviembre de 2013 tras una denuncia de la chica a la policía. El juez recuerda que López rechazó hasta dos ofertas de declaración de culpabilidad por las que hubiera sido condenado a 13 o 22 años de prisión por recomendación de la Fiscalía, pero el procesado rechazó estas ofertas y pedía cumplir sólo el tiempo que llevaba en prisión provisional.

La sentencia contrasta con las emitidas recientemente en Estados Unidos por delitos sexuales como la condena a seis meses de prisión para el ex nadador Brock Turner.