En la última jornada, el fiscal de la causa mantuvo la máxima calificación penal hasta el final de los alegatos, acusación fundada en declaraciones concluyentes de diversos testigos, incluso un sobreviviente del ataque tóxico perpetrado por el agricultor acusado.
El tribunal finalmente ayer condenó a prisión perpetua a Hartmut Torsten Theobald, productor agropecuario alemán afincado en Coronel Moldes, quien llegó a juicio acusado de envenenar a dos peones.
Los jueces de la Sala VII del Tribunal de Juicio condenaron a Hartmut Torsten Theobald (48) a la pena de prisión perpetua por considerarlo autor penalmente responsable del delito de homicidio calificado por el uso de veneno u otro elemento insidioso en perjuicio de Ramón Ignacio Casas (56), y por tentativa de homicidio calificado por el uso de veneno u otro elemento insidioso en perjuicio de Benito Soraire (70), ambos en concurso real.
Los jueces ordenaron el traslado del condenado a la Unidad Carcelaria 1, donde deberá purgar la totalidad de la condena impuesta ayer.
Además, el tribunal también hizo lugar a la demanda civil presentada en la causa y condenó al imputado a pagar a los demandantes (familiares de Ramón Casas) la suma de 9 millones en concepto de indemnización por daños y perjuicios, más los intereses correspondientes.
Finalmente, se dispuso que se le realice al condenado un examen genético (ADN) para su incorporación al Banco de Datos Genéticos, previa asignación del DUIG por el Registro provincial de condenados vinculados a delitos contra las personas y contra la integridad sexual.
Las víctimas, Casas y Soraire, eran peones de la finca El Salto de Hartmut Torsten Theobald, ubicada en el paraje Palomitas de la localidad de General Gemes. El finquero llegó a juicio acusado de haberles entregado carne con sustancia tóxica (herbicida) a los dos. Los hechos ocurrieron en octubre de 2018. Tras la ingesta, Soraire logró sobrevivir pero Casas perdió la vida. El móvil de Theobald sostuvo la fiscalía- habría sido la denuncia que había presentado la víctima fatal ante la AFIP por irregularidades en el pago de su salario como empleado de la finca. El imputado intentó deshacerse de Casas para no tener que desembolsar una indemnización. El puestero cumplía funciones en "El Salto" desde hacía unos cinco años. Al advertir que si la denuncia de Casas prosperaba Soraire también podría resultar beneficiado (el septuagenario trabajaba en condiciones de total abandono en esos campos desde hacía más de 25 años), decidió deshacerse de él también. Soraire sobrevivió porque no llegó a ingerir totalmente la carne intoxicada al percibirle un olor y un gusto extraños después de cocinarla.
Durante los alegatos, el fiscal mantuvo la calificación inicial y solicitó la pena de prisión perpetua para el acusado. La defensa, en tanto, solicitó la absolución lisa y llana o, subsidiariamente, absolución por el principio de la duda.
Testigos
Los jueces escucharon entre otros, el testimonio de un médico veterinario que conoció al imputado y lo describió como una "persona normal".
Ramón Casas y Benito Soraire eran peones de la finca El Salto, propiedad de Theobald. El imputado está acusado de haberles entregado alimentos con sustancia tóxica (pesticida) a los dos empleados. Los hechos ocurrieron en octubre de 2018. Ramón Casas falleció tras la ingesta de carne envenenada con curadán, en tanto Soraire resistió el atentado al hacer hervir la carne y dudar al momento de ingerirla
Otro propuesto por la defensa fue un contador público que le brinda asesoramiento impositivo a Theobald, quien dijo que Theobald nunca registró a un empleado.
Durante las audiencias también declaró el bioquímico del CIF que tuvo a su cargo el análisis de las muestras de contenido gástrico tomadas del cuerpo de Ramón Casas y de dos perros encontrados sin vida en la finca. El profesional también analizó el contenido de un envase plástico y de algunos restos de comida hallados en una olla, en la pieza del puestero. En todas las muestras se detectó presencia de Curadam, un tóxico capaz de matar. Esos detalles cimentaron tal vez la dura condena rubricada por el tribunal.
El tribunal está integrado por los jueces Francisco Mascarello (presidente), Paola Marocco y María Livia Carabajal (vocales). Por el Ministerio Público interviene el fiscal Ramiro Ramos Ossorio. La defensa del imputado está en manos de Marcos Molina y Luis César Fernández. En la querella y actoría civil participan José F. Teseyra y Alejandro Tapia.