El 28 de abril a la madrugada, dos jóvenes (un mayor y una menor) acabaron con la vida de Rosa Sulca, tras atacarla con saña y brutalidad, en su domicilio de Villa Mitre. La víctima llamó al 9-1-1 mientras era acuchillada por su asesino, sin embargo la Policía no pudo salvarla. Este viernes, la Fiscalía interviniente reveló que los efectivos y operadores del sistema de emergencias pudieron salvarle la vida, pero "no hicieron lo correcto".
Los fiscales Verónica Simesen de Bielke y Pablo Rivero imputaron preventivamente a distintos funcionarios, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y abandono de persona seguido de muerte.
Los imputados son el operador de Demanda Ciudadana, Pablo Ezequiel Bisón Enríquez; el supervisor de Demanda Ciudadana, Marcelo Rubén Tintilay Cordeyro; el despachante policial Héctor Roberto Herrera; el jefe de Despacho de Emergencias Policiales, Gustavo González, y el supervisor de Despacho, Normando Domingo Corbera.
Los funcionarios judiciales consideraron que los imputados omitieron dar cumplimiento a sus distintas obligaciones y eso llevó a la muerte evitable de la docente de la escuela Roca.