Más como una anécdota graciosa, como si se tratara de una mera travesura, se habla de la joven que disparó desde un balcón en el macrocentro salteño. “La pistolera”, “La loquita del balcón”, las formas en que se refiere al caso muestran cómo se trivializa lo sucedido. Pero a medida que pasan los días y se ahonda en la investigación, surgen hipótesis más oscuras y complejas y queda claro que hay mucho más que simple imprudencia en una fiesta adolescente.
Fanny Sisneros hasta el momento no ha prestado declaración. Se sabe, sí, que tiene 19 años y que si bien es de la localidad de San Lorenzo, no puede acreditar una vivienda. Por ese motivo es que se solicitó en primer momento su detención: la falta de “raigambre” también facilitaría una posible fuga: no tiene nada que perder.
Si bien la joven no habla, sus redes sociales dicen mucho de ella. Los especialistas en realizar “perfiles” para la justicia se centraron en los posteos realizados. La lujosa vida de Fanny, la ostentación y los viajes no pasaron desapercibidos. La gran duda de los investigadores es de qué trabaja la joven. Cómo genera ingresos para tener ese estilo de vida. Una de las hipótesis que maneja la policía es que la joven sería una prostituta vip. No es, desde luego, la única hipótesis.
El arma sigue sin aparecer y es clave en la causa, no sólo porque tener un arma de guerra puede terminar en una condena que ronde entre los 2 y los 6 años de prisión. Sino también porque encontrar el arma podría ayudar a saber si pertenecía a la joven o si ella sólo estaba disparando un arma prestada. En contra de la joven le juegan dos videos publicados en su Instagram: uno, sentada, con el arma al lado; el otro, de ella practicando tiro en un lugar profesional, en Estados Unidos.
Hay otros puntos oscuros sobre la noche en que se efectuaron los disparos. Sucedió en un lujoso departamento del edificio ubicado en avenida Sarmiento 447. Esa noche, en ese departamento hubo una fiesta en la que participaron más de 10 personas. La policía trabaja en identificarlas. Llamativamente, el edificio, que cuenta con seguridad privada, no registró el nombre de las personas que entraron al edificio esa noche. La seguridad privada tampoco llamó al 911 cuando se efectuó el disparo. Una vecina asegura haber escuchado el disparo, pero no estaba segura de si había sido un disparo o un cohete. Lo cierto es que el tiro pasó desapercibido. Nadie llamó a la policía. De no ser por el video, nadie se enteraba.
La administradora del edificio no quiso brindar más detalles sobre quién alquilaba el lugar, ni por cuánto tiempo había rentado ese espacio. Dijo que todo fue realizado a través de una inmobiliaria.
Mientras el arma sigue sin aparecer, este jueves se detuvo al inquilino del departamento, un hombre de 26 años, de origen colombiano estadounidense. El hombre ya les había mostrado, días atrás el departamento y permitió a los efectivos que pasen a buscar el arma (la cual no estaba). La policía intenta averiguar más datos sobre él y espera información de Migraciones. Se sabe, por ahora, que el hombre viaja mucho y que también tramitaba la nacionalidad mexicana.
La travesura, que se volvió viral, puede ser sólo la punta del iceberg. Y la chica que dispara desde un balcón puede ser el personaje más llamativo e interesante de esta historia, pero definitivamente, está lejos de ser uno de los personajes importantes.