Alberto Fernández mantuvo un encuentro con todos los periodistas de medios públicos y privados que siguen su gira por Europa y adelantó su optimismo para lograr que Portugal, España, Francia, Italia y Alemania apoyen la propuesta argentina en el Fondo Monetario Internacional. Esa propuesta -explicó a su turno Martín Guzmán-, debe ser un programa sostenible, que no implique un ajuste a la economía, y que pueda cumplirse en el tiempo.

“Venimos a ratificar nuestros acuerdos con Europa para que nos apoye en el desarrollo argentino”, dijo Alberto Fernández en un contacto distendido con los enviados especiales, ocurrido hace instantes en el hotel Eurostar de Lisboa.

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Asimismo, la delegación oficial adelantó que Alberto Fernández tendrá una videoconferencia con Angela Merkel la semana próxima para estudiar la contribución de Alemania en el Board del Fondo Monetario destinado a respaldar la estrategia del Gobierno ante los vencimientos de la deuda que ocurrirán en septiembre y diciembre.

Antes del encuentro informal con los periodistas, Alberto Fernández protagonizó una cumbre con el Presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. El jefe de Estado argentino y su par portugués encontraron afinidad muy rápidamente, al punto que Fernández lo invitó a visitar la Argentina. “Si usted me invita, yo voy”, dijo de Sousa.

Durante una charla distendida que tuvieron antes de la audiencia política, de Sousa le comentó que sabía que hablaba seguido con el Premier socialista Antonio Costa, a lo que de Sousa agregó: “Nosotros dos podemos ser tan amigos como usted lo es de Costa”.

- Esto es como la película Casablanca. Es el comienzo de una gran amistad-, completó Alberto Fernández.

El Presidente argentino congenió rápidamente con su par portugués, Marcelo Rebelo de Sousa

Ya durante la reunión oficial, ambos mandatarios conversaron sobre la propuesta argentina respecto de FMI y la lenta marcha para la aprobación parlamentaria del acuerdo Mercosur-Unión Europea.

Asimismo, la delegación oficial aseguró a Infobae que el Presidente no descarta un encuentro con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, quien estará en Roma el próximo viernes. Ese día, el jefe de Estado tiene previsto regresar a Buenos Aires, pero según consideraron voceros del Presidente, si hubiera posibilidades de concretar ese encuentro, no habría ningún problema en extender la estadía un par de horas.

Alberto Fernández también tiene expectativas respecto al cónclave de mañana con el Premier Costa. La pretensión del jefe de Estado es plantearle también al líder socialista la necesidad de un apoyo de Portugal a la Argentina en el Board del FMI.

El viernes, Alberto Fernández podría encontrarse con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI (EFE/EPA/SHAWN THEW)

Hace unos años, cuando Portugal enfrentaba una fuerte crisis económica, negoció con el Fondo Monetario un programa para atravesar esa situación límite. Y lo que rescata Alberto Fernández de esa experiencia es que ese programa con el FMI no implico un ajuste, sino un plan basado en la expansión del gasto publico y del aumento de salarios y jubilaciones.

“Ese es el modelo que deberíamos aplicar”, comento el Presidente a su delegación.

En relación a la futura audiencia con el papa Francisco, el Presidente se encuentra expectante porque lo considera “el líder moral del mundo”. Desde esta perspectiva, en la comitiva se descartó que hubiera existido una resistencia del Papa para concederle la audiencia al Presidente, que el miércoles llevará a cabo en Roma una reunión de trabajo con su par italiano, Sergio Mattarella y un almuerzo con el Premier Mario Draghi.

“No tengo problemas con Francisco. Hablo más de lo que se cuenta. Lo voy a ver el miércoles en Roma y le llevo un saludo de Olguín (el conocido jugador de fútbol que salió campeón del mundo en 1978)”, reveló Alberto Fernández después de haberse encontrado con de Sousa en el Palacio Nacional de Belem.

Esta noche Alberto Fernández cenará con su delegación en Lisboa, mañana se reunirá con Costa y a continuación volará a Madrid para emprender la segunda etapa de su gira relámpago por Europa, con el objetivo de reunir apoyo político para lograr un acuerdo con el FMI.