“Vamos a (apelar a) Casación. No tengo nada para decir hoy”, resumió el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei. Fue después de escuchar el veredicto de los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1, quienes decidieron condenar a prisión perpetua a Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi por el homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas de Fernando Báez Sosa, en concurso ideal con lesiones leves contra cinco amigos de la víctima. Para sus otros tres defendidos, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, las penas fueron de 15 años de cárcel, al considerarlos partícipes secundarios.
Semanas atrás, durante, la segunda jornada de los alegatos, Tomei había solicitado, primero, la nulidad de algunos procedimientos y, luego, la absolución de sus defendidos “por una cuestión técnica y procesal”. También sostuvo que, en caso de no ser concedida, se tuviera en cuenta el homicidio simple con dolo eventual (de 8 a 25 años de prisión) y el homicidio preterintencional o el homicidio en riña (con un máximo de 6 años de encierro).
Sin embargo, ninguno de estos planteos fueron considerados por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari. Por tal motivo, y en base a las condenas recibidas, el defensor de los rugbiers decidió apelar a la Cámara de Casación. Como anticipó Infobae, en caso de no ser oído en instancias provinciales, el defensor de los rugbiers puede continuar hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia. Y, de ser necesario, a organismos internacionales.
Además de Tomei, el Ministerio Público Fiscal y el Particular Damnificado también apelarán las condenas. En el caso de los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García, ambos adelantaron que irán a Casación por la participación secundaria atribuida Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi, por considerar que fueron “coautores” del crimen, como los otros cinco sentenciados a perpetua.
“Tenemos que leer los fundamentos de la sentencia. En eso se va a basar el recurso que se presentará ante Casación”, aclararon los funcionarios judiciales, que tienen 7 días para recurrir el fallo. Por su parte, García destacó que están conformes. “Se lograron ocho condenas: cinco perpetuas y tres que son de 15 años. No hubo penas leves: les dieron el máximo que tiene la participación secundaria que va de 10 a 15 años”, le dijo García a Infobae.
Respecto al pedido de investigar por falso testimonio a Juan Pedro Guarino y T.I.C., el llamado el rugbier número 11 y menor de edad al momento del hecho, los fiscales se mostraron conformes con la resolución del TOC N°1 que hizo lugar a su pedido.
”Entendemos que las dos personas, de acuerdo a cómo se ubicaban en el momento de los hechos, no pudieron no haber visto lo que ocurrió, como ellos manifestaron. Será remitido a la fiscalía de instrucción para que se investigue”, indicaron.
Dos horas después de que finalizó la audiencia, el abogado de Silvino y Graciela Báez Sosa, Fernando Burlando, escribió en su cuenta de Twitter: “Se dio el primer paso en el pedido de justicia por Fernando, marcando un precedente en el país, en especial para la juventud. La violencia nunca es el camino, puede traer consecuencias tan tristes como la muerte o la cárcel. Pero el fallo no fue suficiente, vamos a apelar”.
Más tarde, en una conferencia de prensa que brindó junto a los padres de Fernando, el letrado confirmó que apelará las condenas que recibieron Viollaz, Cinalli y Lucas Pertossi, al igual que lo hará la fiscalía.
“No se entiende cómo a estas tres personas las benefician con la participación secundaria. Es contradictorio, irracional e incoherente pensar que uno participó más o menos de un plan cuando todos participaron. Fue una Justicia débil y la justicia débil no es justicia”, remarcó, aunque reconoció como positivo que el tribunal dio por acreditada la materialidad del hecho y la calificación del mismo como un homicidio doblemente agravado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas.
”Fueron 15 jornadas de debates en que lo único que se vio fue a una criatura pedir clemencia. Este tribunal tuvo clemencia con estos tres acusados de una manera irracional. Ese va a ser el motivo de nuestra apelación”, sostuvo Burlando y luego reiteró su pedido de “prisión perpetua para todos”.
De acuerdo con los jueces del TOC N°1 de Dolores, los ocho condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa tuvieron distintos roles la madrugada del crimen. Por tal motivo, y en función de distintas pruebas —sobre todo, las imágenes de video, los peritajes y los dichos de testigos presenciales— decidieron condenar solo a cinco de los rugbiers a perpetua. Los motivos:
En el caso de Máximo Thomsen y Ciro Pertossi la jueza María Claudia Castro, sostuvo que “estuvieron en todo momento atacando a la víctima”. Los otros dos magistrados, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, adhirieron a su voto.
Sobre Thomsen, Castro destacó “las pericias de ADN” y “el resultado de scopométrica del calzado marca Cyclone”, que el rugbier llevaba puesto la madrugada del crimen. Acerca de Ciro Pertossi, la magistrada dijo que en las “botamangas” de su pantalón “se detectó sangre humana con el patrón genético de Fernando Báez Sosa”. Para Castro, todo esto los vincula con el hecho, en el que “la mayoría de los golpes que ocasionaron la muerte fueron patadas dirigidas a la cabeza del fallecido”.
¿Qué pasó con Luciano Pertossi y Enzo Comelli? Para la presidenta del tribunal “inmediatamente del comienzo del ataque, ambos se movilizaron desde la parte trasera del auto hacia donde yacía Fernando Báez Sosa, efectuando movimientos de ataque”.
En el caso de Matías Benicelli, según Castro, “la actividad desplegada en su rol de coautor, se extrae sin esfuerzo (…) habiendo resultado elocuente el hallazgo de sangre en la que se detectó el perfil genético de la víctima en todas las prendas que vestía aquella noche”. Para la jueza, esta situación “demuestra inequívocamente el contacto directo (de Benicelli) con el cuerpo de Fernando Báez Sosa y que fue uno de los cinco que formó parte de los actos del ataque mortal”.
Sobre Ayrton Viollaz, uno de los tres considerados partícipe secundario, Castro indicó que “realizó un aporte no esencial en el hecho (dado que) no se corroboró con el grado de certeza que requiere esta etapa, que haya ejercido acciones directas contra Fernando Báez Sosa, o algún aporte de imprescindible relevancia, para posibilitar a los autores concretar su acción criminal”.
Respecto de Lucas Pertossi, la magistrada entendió que “su aporte resultó secundario” desde que “no revisitó las características de necesario o imprescindible para la concreción del resultado”. Si bien fue quien filmó el inicio de la agresión, “lo cierto es que de los aproximados cincuenta segundos que habría durado el ataque a Fernando Báez Sosa, pudo determinarse que Lucas Pertossi no se encontraba azotando a la víctima, sino que se lo observa claramente golpeando a un amigo de Fernando”, dijo Castro.
Acerca de Blas Cinalli, la magistrada consideró que si bien “en el hisopado tomado de una de las uñas de las manos de la víctima se detectó ADN -mezcla- con su perfil genético; también se demostró que Cinalli fue uno de los primeros que tomó contacto físico con Báez Sosa al momento del inicio del ataque. Ello se advierte en las imágenes obtenidas del video filmado por Lucas Pertossi. Esta circunstancia me permite inferir que probablemente Cinalli, solo en ese primer momento, haya tomado contacto con el cuerpo de Fernando, lo que podría explicar de algún modo aquel hallazgo pericial”.
Y concluyó: “Más allá de estas probabilidades los testimonios analizados, aunados a que se observa a Cinalli en el video fuera del foco central del ataque, obturan la posibilidad de sustentar probatoriamente la coautoría que los acusadores le endilgaron al nombrado”.