Tras varios años sin ninguna mención al tema, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a hablar de Alberto Nisman al confesar que vio la serie sobre el fiscal tres veces, y advirtió que "Netflix hizo lo que tendría que haber hecho Comodoro Py".
Con su tono irónico característico, en una carta que publicó en las redes sociales elogió la serie de seis capítulos de la plataforma de streaming y remarcó que "la verdad es algo que nunca buscó ni Comodoro Py ni la mayor parte del Poder Judicial".
"Primero quiero hacerme cargo de mis prejuicios acerca de lo que uno esperaba que iba a hacer un documentalista inglés en una plataforma estadounidense con un tema como el de Nisman. Comprobé que se puede ser inglés, producir para EEUU, pero tener objetividad y honestidad intelectual", comenzó con su descargo.
"Segundo, quiero reconocer que tengo mi autoestima demasiado elevada y me consideraba invulnerable -por formación e información- a la influencia de los medios de comunicación a la hora de hacer análisis y arribar a conclusiones. Y eso no es nada bueno", continuó.
CFK confesó que antes de ver la serie creía que la fiscal Viviana Fein "no había dado la talla". "Sin embargo, luego de haber visto todo lo que hizo, con filmaciones, fotos, testimonios y haber escuchado su propia palabra… chapeau", manifestó la vicepresidenta.
A su entender, con lo que destacó como "doble condición de cinéfila y madre de una joven cineasta" el documental fue de "una calidad excepcional". "Una de las cosas que más me gustó fue la ausencia total de una 'voz en off' que, en cierta manera, intentara inducir la interpretación de hechos y testimonios", analizó Cristina.
Dijo que la muerte de Nisman "fue utilizado por la entonces oposición política para llegar al poder y por dirigentes de ciertas potencias mundiales para dirimir intereses en el conflicto geopolítico global". "Lo que pudo lograr Justin Webster que no es abogado, ni juez, ni tiene responsabilidades institucionales: mostrar los hechos con objetividad, sin omisiones de testimonios y circunstancias, sin inventar hechos que no existieron y menos aún desarrollar hipótesis y relatos sin pruebas que los sustenten y que, al hacerlo, las conviertan en verdades", siguió.
Luego advirtió que, por el contrario del elogio al director de la serie, "nada como Comodoro Py y parte del Poder Judicial para producir ficciones, dirigidas y guionadas en detalle por los servicios de inteligencia -nacionales y extranjeros- y difundidas por los medios de comunicación hegemónicos".
Por último, dijo que no puede "dejar de mencionar la infinita tristeza al ver y escuchar, al final del documental y al final de su vida, a Héctor Timerman, judío y canciller argentino que quiso que se conociera la verdad sobre el atentado a la AMIA".