El Gobierno necesita la ley como parte de su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y de cara a la cumbre del G20 a fin de mes en Buenos Aires, donde la Argentina estará bajo la lupa de los poderosos del mundo.
A pesar de la revuelta en el bloque que conduce Miguel Pichetto, del cual deben salir votos clave, Cambiemos confía en tener el número. A los 25 senadores propios sumaría al menos una decena de la conflictuada bancada del PJ, y a varios bloques provinciales, entre ellos los aliados Carlos Reutemann y Juan Carlos Romero.
Para asegurar la mayoría se necesitan 37 votos (si asisten todos los senadores) y en el oficialismo decían haberse asegurado anoche un piso de 40. Aunque trabajaban para conseguir más. Con pronóstico de probable apoyo aparecían también anoche los tres santiagueños que responden al gobernador Gerardo Zamora, y los dos senadores del PJ fueguino.
“Hay votos que se van a resolver este miércoles antes que empiece la sesión, si el Gobierno les cumple los acuerdos”, confió un senador tras salir anoche de la reunión de bancada en las oficinas de Pichetto. Allí, contra las versiones de fractura y fuga de una decena de senadores, la reunión terminó siendo “casi terapéutica” -definió uno de los presentes-. Tras el abandono confirmado de los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin, para aliarse a la bancada que lidera Cristina Kirchner, todo otro movimiento apareció postergado hasta que se resuelva un tema central del poder:juntar número para quedarse con los dos lugares por la mayoría en el Consejo de la Magistratura.
Los problemas con este Presupuesto de ajuste, que para alcanzar el “déficit cero” (primario) recorta severamente los fondos para obra pública y destina -según estudios- 30 de cada 100 pesos que se gastan, a pagar intereses de la deuda (hay presupuestados $750 mil millones para servicios de la deuda), alcanzaron también en estas horas finales a Cambiemos.
El senador radical por Santa Cruz, Eduardo Costa, dejó trascender que podría votar en contra, al tiempo que presionó por la continuidad de obras en su provincia a la que aspira a gobernar en 2019.
Pero el oficialismo está “en condiciones de aprobar” el Presupuesto, se mostró confiado este martes el presidente provisional del Senado, el macrista Federico Pinedo, tras participar de la reunión de Gabinete que encabezó el presidente Mauricio Macri en la Casa de Gobierno.
“Es el primer paso en el sentido de que no vamos a gastar más de lo que tenemos, y por lo tanto vamos a poder evitar las crisis recurrentes dramáticas que tiene la Argentina”, aseveró.
El proyecto fue aprobado en Diputados el 25 de octubre pasado. El Senado no le hará cambios, para que sea ley. La sesión fue convocada para las 14 por la vicepresidenta Gabriela Michetti, con carácter de “especial”, con lo cual ningún asunto fuera del temario puede ser tratado, una jugada de manual, para que el sector crítico dentro del PJ -cuyo rostro visible es el formoseño José Mayans- no pueda poner a debate su intención de derogar el DNU presidencial que eliminó el Fondo Sojero.
Junto con el Presupuesto se tratarán sus leyes “complementarias”. Se convertirán en ley la adenda al Pacto Fiscal firmado por 19 gobernadores (que permite que las Provincias mantengan impuestos para compensarse por los recortes que sufrirán); y la suspensión al ajuste por inflación en los balances de las empresas. También se tratarán los cambios a Bienes Personales, que volverá Diputados porque se hará una modificación, dejar fuera del alcance a la casa habitación hasta un valor de $18 millones; y se dará media sanción (el 21 Diputados lo hará ley) a una corrección al Presupuesto para que mutuales y cooperativas tributen 3% en lugar de 6% en el impuesto especial al patrimonio.
El Presupuesto tendrá el seguro rechazo de los K y de varios senadores del PJ que empiezan a realinearse con Cristina de cara a las elecciones de 2019.
En sus principales lineamientos la “ley de leyes” contempla una inflación de 23%, una caída de la economía del 0,5% y un dólar a poco más de 40 pesos promedio para 2019.