Euforia. De un lado y del otro. Finalmente, alrededor de las 20, ambas manifestaciones -celestes y verdes- se juntaron frente a la Catedral, que ya tenía sus puertas cerradas. Mujeres y hombres, de todas las edades, salieron a las calles a manifestar sus posturas. El cruce entre los que se expresaban a favor y en contra del aborto fue fuerte, algo inusual para Salta.
Cuando la ola verde ingresó por calle Mitre a la plaza 9 de Julio, los grupos denominados provida se pusieron firmes en la escalinata de la Basílica, como defendiendo el templo. Las voces, los cánticos, los gritos se mezclaban y todo se hacía más intenso.
Una cadena humana con pañuelos verdes a lo largo de ese sector de calle España separó los bandos. A viva voz, los que apoyan la lucha feminista y la legalización del aborto repitieron todas las veces que pudieron señalando a la Catedral: “Iglesia, basura, vos sos la dictadura!”.
Mientras, los que levantaban la bandera en contra de la iniciativa que votaría el Senado, que eran mucho menos, tomaban impulso y respondían con el tradicional canto: “Borombonbon, borombonbon, sí a la vida en gestación!”.
La convocatoria verde durante la vigilia fue multitudinaria en la Legislatura provincial, donde se realizaron diversas actividades artísticas y culturales. Si bien la tendencia ya anticipaba el rechazo al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), esto no desalentó la participación. Al contrario, las frases repetidas eran: “Que sepan que estamos acá y seguiremos luchando hasta que sea ley”.
Por la tarde, ambos sectores habían optado por evitar el encuentro. Así los celestes, a última hora, decidieron concentrarse en la explanada del Cabildo en lugar de la Legislatura, y viceversa, los que estaban en la Legislatura aseguraron que no marcharían hasta la plaza central. La idea era esperar la votación por separado.
Pero después del pañuelazo verde, un grupo comenzó de repente a caminar por Mitre y terminó arrastrando a la mayoría. De todas maneras, en la plaza Güemes quedó bastante gente, entre ellas Agustina Gamboa, la hija del cura Carlos Gamboa, que seguía en vivo a través de una pantalla gigante la histórica sesión en el Senado.
A esa hora, el arzobispo de Salta, Mario Cargnello, terminaba de dar misa en la iglesia de la Merced, donde se convocó un grupo reducido de fieles.
Horas antes de la votación, el psicólogo Rodrigo Tezanos Pinto había manifestado: “Creo que va a seguir dándose el juego democrático, donde van y expresan las ideas, se plantean las mejores ideas posibles, y se busca una mejor ley para todos”. El profesional agregó que el diálogo que se dio en torno al debate del aborto fue “positivo”.
Por su parte, Claudia Paz, una joven que participaba de la vigilia en la Legislatura, destacó: “Con o sin ley el aborto existe y la gente que está en contra es porque vota por la clandestinidad y quiere seguir escondiendo bajo la alfombra sus miserias, muy lamentable. Esperamos hasta último momento que los senadores reaccionen”.
Fuente: El Tribuno
